La historia del "Strongman" de Delfín Gallo: 105 kilos de pura fuerza
De chico Javier Bernachi no jugaba con soldaditos; él armaba su mini gimnasio casero con ladrillos que encontraba y se colgaba de donde podía. A sus 37, Javier sigue siendo especial: no maneja autos, directamente los levanta. Al “strongman” de 105 kilos de Delfín Gallo, en Cruz Alta, no lo para nada.
La pasión por las pesas descubierta a los apenas ocho años marcó su destino. A los 14, por ejemplo, cuando pisó por primera vez un gimnasio, se dio cuenta de que podía levantar más peso que chicos de 18 y 20 años. Allí le hizo un click. “Empecé a entrenar y, sin darme cuenta, llegué a un nivel que muy pocos tienen en el país”, asegura Javier, que decidió sacarle el jugo a su resistencia natural.
La rutina en el gimnasio, repartida con su trabajo de policía, lo fue convirtiendo en especialista, en un verdadero atleta de fuerza. “Como publicaba mis videos de entrenamiento en la cuenta de Facebook, desde la Asociación Tucumana de Atletas de Fuerza me descubrieron y me invitaron a participar de las competencias. Me veían condiciones. Yo acepté, y las pruebas terminaron siendo bastante accesibles para mí”, recuerda el hombre sobre el momento en que su vida cambió, en 2014.
¿Qué se levanta en un torneo de "Strogman"? "La prueba se llama Paseo del Granjero: se carga una valija que tiene un peso de acuerdo a la categoría (pueden ser de 100 kilos o más de 100 kilos)". ¿En qué momento se levanta el auto? "Esto sucede en la categoría Peso Muerto, en 'Strongman' se levanta el auto porque es más impactante. Se realiza con la misma técnica del levantamiento del peso muerto. Un auto puede llegar a pesar una tonelada".
Ese año comenzaron las competencias para Javier en Powerlifting, que consiste en tres pruebas: Press de banca, Sentadilla y Despegue o peso muerto –un ejemplo de esto es cuando levantan autos-. Bernachi fue campeón hasta 2017 y en esos mismos años logró un récord: levantó 205 kilos.
“En 2018 comencé a competir en 'Strongman', un deporte relativamente nuevo en Tucumán. El pasado 2 de marzo participé del torneo que se llevó a cabo en El Cadillal y fue el primero que se hizo en el país. Salí segundo en mi categoría”, relata el “Gigante”.
Luego de esa participación Javier fijó mente y cuerpo en la competencia de Strongman que se llevará a cabo el 22 de junio en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. En septiembre será turno del Sudamericano, en Chile. Todo eso antes de cumplir los 38 años. “A partir de ahí pasaré a la categoría mayores de 38, donde las exigencias son menores porque los pesos son más accesibles”, cuenta el incansable Bernachi.
“Los Increíbles”
Como en la divertida película para chicos, Javier hizo de su pasión una cuestión familiar: su esposa Ana Lía de la Vega es campeona de Cossfit, y su hijo Javier Nicolás -con 9 años- le sigue los pasos.
“Mi hijo entrena desde los 4 años. Me di cuenta de que tenía una fuerza natural porque de chiquito ya levantaba mancuernas y discos. Algo que no hacen los chicos normales”, reconoce el papá orgulloso.
A las críticas no les da cabida y tiene un fundamento para todo, avalados por científicos de todo el mundo. "En Europa, por ejemplo, ya hay gimnasios de crossfit para niños. Allí pueden desarrollar una resistencia física diferente, que les permite realizar cualquier deporte con mayor facilidad", relata Javier.
“Muchos me recriminaban el entrenamiento de mi hijo, pero lo cierto es que tiene una técnica perfecta. En las clases de educación física se aburre porque son muy básicas para él”, asegura el hombre que acompaña esos ejercicios físicos con una alimentación específica al pie de la letra.
Que la pasión por las pesas y los ejercicios de fuerza corre por las venas de los Bernachi no quedan dudas. ¿O alguien se animará a contradecirlos?