05 Mayo 2019
BARRERAS. Trump en una visita a la frontera sur de Estados Unidos. El presidente rechaza la inmigración. reuters archivo
NUEVA YORK.- El Gobierno de Donald Trump revisó el plan de capacitación de los agentes fronterizos, que ahora podría generar más retrasos, rechazos y deportaciones antes de que los casos de los inmigrantes que buscan refugiarse en Estados Unidos sean abordados por la Justicia.
La nueva normativa está dirigida a los cientos de funcionarios de inmigración que procesan las fases preliminares de solicitudes de asilo. Según ex autoridades y expertos en inmigración, estos cambios sugieren que la Administración de Gobierno busca nuevas formas de complejizar los procesos de asilo, luego de que varias medidas más generales fueran bloqueadas por la Justicia federal.
Sin embargo, Jessica Collins, portavoz de los Servicios de Migración y Ciudadanía de Estados Unidos (Uscis, por sus siglás en inglés), explicó que su agencia actualiza periódicamente los documentos que procesan todos los pedidos diarios. La Uscis se encarga supervisar las solicitudes de asilo. Las últimas revisiones de su plan de capacitación se habían llevado a cabo en 2006, 2014 y febrero de 2017. Según comunicó Collins, la nueva versión, publicada el 30 de abril, entró en vigencia este mes.
Agencias al límite
El creciente número de familias que acuden a agentes fronterizos norteamericanos y piden asilo se ha convertido en un problema para las agencias inmigratorias de Estados Unidos, que ya trabajan al límite de su capacidad. En marzo, por ejemplo, más de 100.000 personas, en su mayoría centroamericanas, fueron detenidas en la frontera con México. Este el mayor nivel de inmigrantes en casi una década. Trump los ha acusado de explotar los vacíos legales que contienen las leyes de inmigración de Norteamérica.
El primer paso en el extenso proceso para obtener asilo en Estados Unidos consiste en una entrevista con un funcionario de la Uscis, quien debe determinar si el inmigrante tiene un “temor creíble” a regresar a su país. Los agentes de la Uscis están muy capacitados en las leyes sobre refugiados.
En cualquier caso, esa fase es la que reviste menor dificultad. Después, si el inmigrante la pasa, debe acudir a una corte de inmigración. Allí un juez debe otorgarle el asilo si prueba que ha sido víctima de persecución por a causa de su raza, religión, nacionalidad, opinión política o identidad.
Alrededor de 75 % de los miles de solicitantes mensuales pasa regularmente las primeras entrevistas, según datos del Gobierno federal. Sin embargo, en última instancia la mayoría de los inmigrantes centroamericanos que huyen de la violencia generalizada y la corrupción no califica para el asilo.
Trump ha repetido muchas veces su opinión acerca los estándares para inmigrar a Estados Unidos: cree que son “demasiado indulgentes”.
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