La máquina Harari

La máquina Harari

Yuval Noah Harari es el pensador más influyente de la actualidad. Lo es en más de un sentido. Es uno de los analistas más agudos, integrales y originales del presente, uno que identifica en él las tendencias que permiten prefigurar el futuro. Por otro lado, es el intelectual más citado y buscado por muchos de los principales líderes políticos, empresarios, académicos y referentes sociales. Y también, con más de 15 millones de ejemplares vendidos y traducciones a 50 idiomas, uno de los autores más leídos a nivel global. Homo Deus, su mayor obra, es un trabajo tan monumental como imprescindible para entender qué somos y adónde vamos.

05 Mayo 2019

Por Daniel Dessein

PARA LA GACETA - BUENOS AIRES

Quien es quizás el intérprete más lúcido de las claves para comprender nuestro tiempo y vislumbrar nuestro porvenir se asemeja poco a lo que podríamos imaginar de antemano. No parece, ciertamente, un hombre de nuestro tiempo. Es un israelí de 43 años, profesor de Historia, especializado en el medioevo, que medita dos horas por día y que se enteró de la victoria de Trump varias semanas después de producida porque estaba en un retiro en la India, al que dedica dos meses al año. No tiene celular y vive en una comunidad cooperativa rural en las afueras de Jerusalén. Es venerado por los popes de Silicon Valley pero es el mayor crítico de sus creaciones.

Se hizo mundialmente conocido en 2014 con la publicación de Sapiens, ensayo del que se vendieron más de 10 millones de ejemplares, y que sigue ocupando los primeros puestos en rankings editoriales de distintos países, incluido la Argentina, después de haber liderado la célebre lista del New York Times por seis meses. La tesis central del texto es que la cualidad que explica la conquista del mundo por parte del hombre es su capacidad para cooperar de manera flexible en gran número (el reverso de esta capacidad es quizás lo que mejor explique el fracaso argentino).

Sapiens fue recomendado por personalidades como Barack Obama, Bill Gates, Angela Merkel, Emmanuel Macron y Mark Zuckerberg. El año pasado, Yuval Harari publicó 21 lecciones para el siglo XXI, donde aborda los grandes desafíos del presente.

Su gran libro es Homo Deus, publicado en 2016. Es un volumen de 500 páginas que atrapa desde la primera. En esa primera página plantea que la agenda de temas que determinan las preocupaciones humanas está cambiando radicalmente. A través de los siglos, las vidas de los habitantes de los más diversos puntos del planeta estuvieron afectadas por tres grandes cuestiones: el hambre, las pestes y las guerras. La mayoría de los seres humanos moría o sufría por alguno -o una combinación de más de uno- de estos factores. Pero en el siglo XXI, afirma Harari, estos problemas -sin estar resueltos- están más controlados. Siguen siendo grandes e intolerables dramas pero las estadísticas marcan que la mayoría de los hombres actualmente no muere por estas causas. Mueren más por sus contracaras. Más personas perecen por exceso de comida que por su carencia, por vejez que por enfermedades infecciosas, por suicidios que como consecuencia de enfrentamientos bélicos. Hay, por ejemplo, tres veces más personas que mueren de diabetes que como consecuencia de un ataque violento.

Nueva agenda

¿Y cuáles son los nuevos temas de nuestra agenda según Harari? Otros tres: la inmortalidad, la felicidad y la divinidad.

En el siglo XX casi duplicamos la esperanza de vida (de 40 años en 1900 a más de 70 en el 2000) y es posible que la dupliquemos nuevamente en el XXI.

La felicidad solía estar ligada a la elusión de los grandes males. El acceso a alimentos, dentro de una vida saludable y pacífica, podía asociarse a la felicidad para la mayoría de la humanidad a lo largo de la historia. Hoy depende más de expectativas que de condiciones objetivas. Pero de expectativas que crecen exponencialmente. Desacelerar la dinámica del deseo y equilibrar nuestras expectativas con nuestras posibilidades se transforma en uno de nuestros grandes retos.

Desde Sófocles y Shakespeare a Tolstoi y Proust, los dramas humanos tuvieron denominadores comunes. Harari se pregunta si eso seguirá siendo así con seres que logren dominar químicamente la angustia, manipular la genética para eliminar imperfecciones o mejorar aptitudes, y usar la tecnología para potenciar sus cuerpos y su inteligencia. Serían, concluye, dioses griegos. Pasaríamos del Homo sapiens al Homo Deus. Lo cierto es que muchas de estas cosas ya las estamos haciendo o podemos hacerlas.

Dataísmo

El último capítulo es el más inquietante. El autor plantea que la búsqueda de las nuevas metas conduce a una nueva religión: el culto a los datos. Progresivamente incorporamos a nuestras vidas dispositivos, redes y buscadores en los que delegamos decisiones. Vamos hacia la integración digital de todas nuestras cosas. Primero delegamos la elección de un camino, un viaje, una comida. Luego de un candidato político, una carrera, un trabajo, una pareja. Sometemos nuestras ideas y nuestras experiencias a una votación constante de nuestra comunidad virtual. El culto a los datos nos plantea que somos en la medida en que proporcionemos datos a una red que eficientizará nuestras opciones, nos acercará a la prosperidad que ansiamos y nos hará formar parte de algo más grande que nosotros mismos. Es probable, dice Harari, que un examen crítico de este dogma sea el mayor -y el más urgente- desafío de nuestra era.

Maratón

Homo Deus es el resultado de una proeza intelectual. Nos ofrece un viaje en el que en cada párrafo hay un planteo asombroso que nos hace repensar nuestras ideas. El autor describe la aventura humana a través de los siglos, con una combinación de enfoques provenientes de la sociología, la política, la economía, la psicología, la antropología, la biología y el arte, para sumergirnos luego en los dilemas de hoy y en el horizonte que enfrentamos. El conjunto es un rompecabezas extraordinario que desafía la fe dataísta a partir de sus propios presupuestos. Procesando infinidad de datos, pero integrados en reflexiones profundas, Harari muestra cómo la vida humana no puede reducirse a un flujo de bits ni a la simple toma de decisiones. Y de qué manera la inteligencia, la conciencia y la sensibilidad humanas -junto a sus creaciones- pueden quedar minimizadas dentro de una concepción algorítmica de la realidad.

Harari nos ofrece un fresco renacentista de la actualidad humana uniendo pedazos dispersos de una época signada por la fragmentación. Homo Deus no es un texto apacible; nos invita a una maratón de lectura con ritmo creciente. Pero es el libro para llevarse a la isla a la que debemos viajar por un tiempo, si no queremos terminar ahogados en el océano en el que hoy navegamos sin demasiada conciencia.

(c) LA GACETA

PERFIL

Yuval Noah Harari nació en Haifa (Israel) en 1976. Se doctoró en Historia en la Universidad de Oxford en 2002 y se especializó en historia del mundo, historia medieval e historia militar. Hoy es profesor en el Departamento de Historia de la Universidad Hebrea de Jerusalén y orador estrella en universidades como Harvard o foros exclusivos como el de Davos. Sus notas se publican en medios como The Guardian, Financial Times o The Times. Fue galardonado en dos ocasiones con el Premio Polonsky a la Creatividad y la Originalidad. Con Sapiens y Homo Deus vendió más de 15 millones de ejemplares. Algunos de sus primeros libros fueron Special operations in the Age of Chivalry, 1100-1550 y Speak about War, 1100-2000.

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