“VAMOS POR ALLÁ”
LA GACETA ha demostrado que en la Argentina, y especialmente en nuestra provincia, la libertad de expresión esta plenamente vigente. Poder opinar en contra de la democracia en tiempos en que ya es realmente anacrónico y ridículo lo hace palpable. A todas luces, opinar que votar a una candidata es hacer el bien y votar a otro candidato es hacer el mal... es no entender, lo más mínimo, qué significa vivir en democracia. Denostar la investidura del Presidente de todos los argentinos no permite visualizar qué fin se persigue, salvo el hecho de que radica en dicha persona un fanatismo enfermizo o una distopia exacerbada. Y peor aún, condenar a otros ciudadanos por votar a favor de otro candidato, con la percudida idea de que se está perjudicando a la sociedad, es como menos una idea totalmente antidemocrática rayana al totalitarismo, del cual supuestamente reniega. Estamos acostumbrados a que los que piensan distinto sean tildados de enemigos, y por lo tanto objetos a eliminar o cuando menos a expulsar. Pero creo que ya estamos en una instancia de nuestro crecimiento como ciudadanos en los que estas ideas, asumo, ya deberían haber pasado a la historia como un mal recuerdo de lo que es el autoritarismo. Estamos con las elecciones a la vuelta de la esquina. Es demasiado fácil cambiar el rumbo en cuanto a proyecto político y económico se refiere. En lo ético, cada uno sabrá qué proyecto quiere defender. Atacar a las personas que defienden sus ideas es un acto de desesperación sin ningún atisbo de ética ni moral. Es solo pegar para prevalecer. Es lo usual cuando se acabaron los argumentos. Y encima, es demasiado evidente cuando en nuestro bendito país la única herramienta válida para cambiar al administrador, el voto, está tan cerca de ser utilizado. Quizás el miedo a perder privilegios es más fuerte que vivir en democracia plena; con respeto por las mayorías; con aceptación del que piensa distinto o del que opina que otra Argentina es posible. Ya tuvimos bastante de lo mismo y quedamos excluidos de todo. Es hora de que Argentina comience a tomar vuelo. Los métodos pueden ser cuestionables. Pero el rumbo es inequívoco. De todas formas en octubre... dentro de muy poco, cada cual podrá elegir el modelo de país que prefiere. No hace falta denigrar a nadie ni atormentar con comentarios infelices. Sólo practicar nuestra educación cívica. El país estará agradecido, cualquiera sea el elegido. Porque lo fundamental es preservar la democracia que tantas veces fue mancillada. El tipo de país que construyamos va a hablar de nosotros como ciudadanos. Todos somos responsables, los que votaron a uno u otro candidato. Elegir nos obliga a asumir la responsabilidad de construir un país para todos. Señor Vides Almonacid: mis respetos y le pido disculpas por el exabrupto de nuestro conciudadano. Como cualquier vecino puede usted opinar lo que crea conveniente. Son las verdaderas ventajas y derechos de una democracia bien entendida.
César Augusto Cortés
TOQUE DE QUEDA
Harto de leer, discutir, recibir y comentar sobre el sufrimiento físico, psíquico, moral y económico que estamos injustamente sufriendo en esta querida tierra tucumana, causada por bandadas de los innombrables, inalcanzables, incondenables e inhumanos motochorros, he decidido, como jefe de familia y responsable de su seguridad, emitir el siguiente comunicado y toque de queda: Todos los integrantes de la familia Albornoz, sin distinción de edad, sexo, parentesco u obligaciones contraídas fuera del hogar, deberán concentrarse de vuelta, tomar debida lista, cerrar con doble llave, seguro y alarma y permanecer sin abrir puertas ni ventanas hasta 7 del otro día. Bajo ninguna excusa podrán asomarse al exterior del predio, incluso ante situaciones de urgencias. Antes de salir hacia el trabajo, estudio o compras, cargar el gas pimienta. El celular bien disimulado entre la ropa, a la altura del pecho. No cargar mucho dinero. Pagar todo con tarjeta. Y si en la calle ve que dos tipos en moto vienen fugaces, alistarse en defensa, o gritar y correr, correr, correr. Estas medidas son para el bien de todos. Por ignorarlas (las instrucciones) serán sancionados con duras reprimendas y son de estricto cumplimiento a partir de este instante. No olvidar que el peligro acecha.
Darío Albornoz
VIOLENCIA EN LULES
Con marcada preocupación escribo estas líneas, a los efectos de llamar a la reflexión a los políticos de esta ciudad de Lules, ante la violencia desatada en estos últimos días. Los vecinos deseamos vivir en paz y tranquilidad, y no como en estos momentos, que debemos sumar a la ya existente inseguridad, hechos de vandalismo por razones políticas, como lo fue la quema de varios vehículos en la vía pública. Hace tiempo venimos observando, que ya se dejó completamente de gestionar para mejorar la calidad de vida de los vecinos con obras públicas, o simplemente con mejoras en los servicios, y fueron reemplazándolos por actos, fiestas, reuniones, etcétera, lo cual es criticable, porque se realizan con recursos públicos y porque es el generalizado aprovechamiento de la gestión con fines electorales. Pero hoy ya llegamos a extremos realmente preocupantes: insultos, agravios, amenazas, incluso se llegaron hasta realizar despidos masivos, situaciones que hoy son un común denominador y que deben dejar de serlo de inmediato, por el bien, la seguridad y la tranquilidad de la comunidad.
Verónica Cabrera Guzmán
Barrio 50 Viviendas Lules
HUNDIR EL BARCO
La plata no alcanza y es una lucha diaria salir adelante. Sin embargo, pienso y digo: ¿Es necesario tanto pesimismo? ¿Qué buscan los personajes públicos haciendo declaraciones intentando dar lástima? ¿Qué buscan todos los que presionan? Estamos sumergidos en días de caos anímico y violencia. No estamos sumando nada acercando nafta donde hay fuego. Algunos descarados que fueron parte de una etapa que saqueó a la Patria, todavía tienen el tupé de dar consejos. Nunca les importó la Patria, por eso la dejaron destruida. Respeto a Doña Rosa, porque Doña Rosa es como yo. La pelea todos los días como la peleo yo. Me solidarizo con mis pares ciudadanos comunes, pero repudio a los sinvergüenzas que ahora tienen planes estratégicos para evitar el hundimiento del barco... ¡Claro! Pero para que eso suceda, ellos tienen que estar al comando, por eso el plan es ¡que caiga todo! ¿Qué están buscando? Si cuando estuvieron en el puente de mando no vieron el escape, fueron inútiles; y si lo vieron, corruptos. A esta película ya la dieron. Mismos actores y mismos directores. Mismo propósito. Son siniestros. Y nosotros, cómplices, porque les permitimos opinar. Hasta ese derecho han perdido cuando traicionaron a la Patria. por acción o o por silencio. ¡Cállense y devuelvan!
Norma Nelegatti
Lincoln 791 San Miguel de Tucumán
EL POCILLO ROBADO
En su rica historia de más de 140 años, el tango encierra muchísimas anécdotas. Cuenta Héctor Benedetti que en la confitería La Real coexistían dos peñas. Una, la más tanguera, era la que frecuentaban Enrique Cadícamo, Roberto Firpo, Julio de Caro y Carlos Gardel. La otra, de carácter teatral, era concurrida por Mario Soffici, Francisco Petrone, Enrique Muiño y Ángel Magaña. A pocos pasos de La Real había una cigarrería que era atendida por un muchacho griego, uno de los tantos expatriados corridos por la miseria natal. Cada tanto el joven veía pasar a Gardel. Le guardaba una admiración profunda, con la temerosa reserva de quien se siente extranjero. Nunca se animaba a declararle su entusiasmo. Sólo otro habitué de las peñas, Ulises Petit de Murat, conocía ese fanatismo. El escritor acordó una presentación entre Gardel y el mocito de la cigarrería. La noche en que se lo presentaron, el griego, temblando, le estrechó la mano y se quedó mudo. Nunca pudo olvidarlo. Pasó el tiempo y, cuando las vueltas de la vida lo habían convertido ya en el poseedor de una de las fortunas más cuantiosas del mundo, todavía recordaba que había robado el pocillo en el que Gardel tomó su café, y que lo conservaba celosamente como testimonio de aquel encuentro. Ese joven inmigrante era Aristóteles Onassis.
Luis Salvador Gallucci
UN ROSARIO PARA BOUDOU
He advertido que algunas personas se han preguntado el motivo por el cual el Papa Francisco le envió un rosario al señor Amado Boudou. Pues la respuesta parece ser muy sencilla: ha de ser porque lo considera un gran pecador y busca su redención. Posiblemente, si él hubiere sido uno de los ladrones que acompañaron a Cristo en la Cruz, no sería precisamente “San Dimas” (el ladrón bueno). Por ello, pues, ¡el Santo Padre consideró que precisa el Santo Rosario! Además, seguramente, el señor Boudou soñaba con que en algún momento el Señor lo mirara diciéndole: “Yo te aseguro que esta noche estarás conmigo en el Paraíso (Fiscal)”.
Francisco García Santillán