Un comerciante, de 36 años, denunció que el miércoles a la noche dos motochorros se llevaron una recaudación de $ 215.000 y teléfonos celulares de los empleados de su depósito de gas, ubicado en Marcos Avellaneda y Uruguay.
Según la Policía, los ladrones estaban armados y amenazaron a dos empleados que ingresaban a la propiedad en uno de los camiones de la firma. El ataque ocurrió alrededor de las 21.30.
Los dos trabajadores habían llegado al galpón por la parte de atrás y, según denunciaron ante la Policía, fueron interceptados por dos desconocidos que se movilizaban en una motocicleta. Uno de ellos se bajó y comenzó a apuntarlos con un arma, mientras les pedía que entregaran dinero.
Los motochorros se llevaron una recaudación -en ese momento hallaron unos $ 215.000-, además de quitarles los teléfonos al resto de los empleados que estaban en el lugar. Según contó el propietario, la única persona ajena a la firma que estaba en el depósito era un mecánico que utiliza parte del lugar para su trabajo particular. Esta persona fue quien avisó del robo.
Ataque silencioso
LA GACETA consultó a los vecinos de la cuadra sobre el hecho delictivo, aunque dijeron que no conocían la situación. Sin embargo, coincidieron al expresar que los ataques de los arrebatadores en la zona son constantes, razón por la que viven encerrados.
“No salgo a comprar en este barrio, es peligroso y estamos acostumbrados a los asaltos”, manifestó Nélida, quien pidió que su apellido se mantuviera en reserva.