Cómo nos golpea esta crisis económica
El aumento del tipo de cambio y del Riesgo País tiene un efecto cascada respecto de los otros precios. Damián Di Pace, director de Focus Market, detalla algunas consecuencias. El consultor dijo a LA GACETA que, generalmente, cuando el dólar sube, el precio de los alimentos sigue ese ritmo. Pero tampoco hay que perder de vista otra variable: el combustible.
1. Precio de la incertidumbre
Según el director de Focus Market, la Argentina está pagando el costo de la incertidumbre respecto de la colocación de deuda futura en relación con los vencimientos del año que viene. Mientras durante 2017 y 2018 abonó una tasa de entre un 4% y un 5%, en la actualidad deberá hacerlo a un 12%, cuando menos. En consecuencia, crece su nivel de riesgo y, por lo tanto, las dudas se trasladan al precio de las acciones argentinas en Nueva York, que están en caída. Todo esto repercute en el tipo de cambio. Si sube el dólar, aumenta el resto de los precios. Ahí, la crisis llega a la calle.
2. Las góndolas y el bolsillo
Damián Di Pace puntualiza, a su vez, que las variaciones del tipo de cambio impactan en las góndolas. A su criterio, se pone a prueba el pacto de caballeros entre el Gobierno y los empresarios para sostener los precios de algunos alimentos, bebidas, artículos de perfumería y de limpieza, en el marco de los Precios Esenciales. Paralelamente, no hay que perder de vista el nivel de ingresos: por caso, citó que la Canasta Básica Total, para no caer en la pobreza, fue calculada en $ 28.750, mientras que el promedio salarial en el país roza los $ 35.500 mensuales. “Es un nivel preocupante”, observa.
3. Combustible, otra variable
Con tanta volatilidad cambiaria y con el precio internacional del petróleo trepando a U$S 75 el barril, el valor del combustible al público es lo que se denomina la inflación de segunda ronda. Di Pace, en ese sentido, sostiene que el 70% de la producción de alimentos que requieren los consumidores tucumanos llega desde Buenos Aires y, por lo tanto, la carga de fletes es un componente alto en la fijación de precios. Paralelamente, si sube el dólar y el combustible, esto le pone un elemento adicional de presión para las tarifas de los servicios públicos privatizados.
4. Los créditos
De por sí, el financiamiento está caro. Pero, con el plan lanzado por el Gobierno nacional, ya se evidencia al menos 200.000 solicitudes de crédito para jubilados y pensionados en todo el país. El director de Focus Market remarca al respecto que las tasas de esos préstamos son elevadas, de entre un 40% a un 55%, pero mucho más bajas que las que ofrece el mercado bancario, calculada entre un 70% y un 755. “Peor es el caso de aquellos que pagan el mínimo de la tarjeta de crédito que, ante esta situación, deben abonar una tasa de entre un 130% y un 150%”, observa.
5. Proceso inflacionario
La intención oficial de avanzar hacia un proceso desinflacionario en la Argentina deberá esperar. Para este mes se espera que el Índice de Precios al Consumidor (IPC), por efecto del aumento del valor del dólar, roce el 4%. Para mayo, en tanto, las expectativas de los analistas también son elevadas tomando en cuenta que, por ejemplo, a principios del mes que viene, la nafta subiría más de un 5%. “Eso también tendría un efecto en cadena; por lo tanto, la inflación que se espera para el mes que viene no podrá ser inferior al 3%”, vaticina Damián Di Pace.