IBAGUÉ.- Hay varios tipos de empates. Están esos aburridos que se dan en juegos en los que los arqueros son meros espectadores, o los que caen como un baldazo de agua fría porque le impide a un equipo lograr una victoria; pero también están esos que se festejan por partida doble.
En este último grupo puede ubicarse al que Boca logró en su visita a Deportes Tolima. Quizás por lo hecho en la primera parte, muchos dirán que el “Xeneize” mereció llevarse algo más de Colombia. Pero antes de mirar eso, hay que analizar que estuvo dos goles abajo en el marcador y que a esa altura, la clasificación a octavos de final parecía complicarse.
Tolima pegó dos veces de “contra” en los primeros 20 minutos de juego; a pesar que la visita ya había hecho los méritos para estar arriba en el marcador. El arquero Álvaro Montero tapó una y mil pelotas con destino de red. Pero no pudo con la buena definición de Mauro Zárate en el 1-2 y tampoco pudo contra Darío Benedetto en el penal que sentenció el resultado.
A pesar de las dos grandes atajadas de Esteban Andrada en el final, los dirigidos por Gustavo Alfaro salvaron la ropa en Ibagué. El empate les permite depender de sí mismos para llegar a octavos, y eso no es poca cosa. (Especial)