Elecciones en San Pablo: “pensé que nos quemaban vivos”

Elecciones en San Pablo: “pensé que nos quemaban vivos”

ATAQUE. En la escuela de San Pablo los comicios terminaron con disturbios. la gaceta / foto de Diego Aráoz (archivo) ATAQUE. En la escuela de San Pablo los comicios terminaron con disturbios. la gaceta / foto de Diego Aráoz (archivo)
25 Abril 2019

Cientos de personas rodeaban la Escuela Luis F. Nougués. Había fuego, piedras, disparos y heridos. Así se desarrollaron las elecciones provinciales en la comuna de San Pablo en agosto de 2015.

“Pensé que nos quemaban vivos a todos”, le dice a LA GACETA Rubén Agüero, jefe de la sucursal local del Correo Argentino. “Sentí en carne propia que corríamos riesgo de vida”, confiesa la vecina Viviana Moya. Ellos estuvieron en la escuela ese día, y cuando los manifestantes atacaron el establecimiento, tuvieron que refugiarse en la dirección.

Moya confía en que en las elecciones de este año no habrá agresiones. Agüero cree lo contrario. “Tengo miedo. Tal es así que no puedo conseguir para urnero porque la gente tiene miedo”, cuenta.

El delegado comunal de San Pablo, Daniel Castro, piensa que los incidentes tuvieron como protagonistas a seguidores de diversos candidatos. “Se juntaron cuatro o cinco listas de las que estaban participando”, analiza.

Recuerda que en aquel momento había unos 22 candidatos y que 16 de ellos -entre los que se encontrarían quienes incentivaron los disturbios- estaban alineados con el gobierno provincial. “Este año hay unos 16 candidatos, pero no sentimos ningún tipo de tensión. La comunidad aprende y condena estas situaciones de forma automática”, dice Castro, que en estas elecciones es candidato a legislador dentro del acople encabezado por los justicialistas Regino Amado y Sergio Mansilla.

Los vecinos de San Pablo

Alejandro Velárdez estaba trabajando en unas refacciones de la Escuela Luis F. Nougués cuando LA GACETA visitó la localidad.

Silvia Rosa Maidana conversó con este diario en la puerta de su casa, a una cuadra del establecimiento educativo. Cuando se les preguntó por la posibilidad de que este año electoral también haya problemas, cada uno de ellos respondió igual: “Dios quiera que no”.

Esperan lo mejor y anhelan unas elecciones pacíficas. Confían en que los candidatos y los vecinos han aprendido de los trágicos acontecimientos del 2015.

Si bien afirman que este año el panorama es más tranquilo, no se atreven a asegurar que sea imposible que la historia se repita.

“En 2015 había algunas tensiones. Se las esperaba, pero no pensábamos que iba a ser para tanto”, dice Velárdez. “En este año estamos tranquilos”, agrega.

“Ya había una tensión. Ya venían pronosticando las cosas, capaz que no de quema de urnas pero sí se esperaban problemas”, coincide Maidana. Ella reitera que este año el clima previo a las elecciones parece más calmado.

Al reflexionar sobre los motivos que llevaron a los disturbios, sentencia: “Uno ve lo que generan estas elecciones. Genera poder, ambición”.

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