La tentativa israelí de enviar una sonda a la Luna fracasó en el último momento, al sufrir una falla en el motor cuando se disponía a alunizar, por lo que se estrelló en la superficie lunar.
"No lo conseguimos, pero definitivamente lo intentamos", dijo el impulsor del proyecto, Morris Kahn, en un video desde el centro de control cerca de Tel Aviv.
"¡No dejen de creer! Nos acercamos, pero desafortunadamente no tuvimos éxito con el proceso de aterrizaje", informó desde Twitter.
Donât stop believing! We came close but unfortunately didnât succeed with the landing process. More updates to follow.#SpaceIL #Beresheet pic.twitter.com/QnLAwEdKRv
— Israel To The Moon (@TeamSpaceIL) 11 de abril de 2019
Tras comenzar su maniobra final de aterrizaje, la aeronave no tripulada (de 585 kilos de peso y 1,5 metros y que costó alrededor de 100 millones de dólares) inició un proceso calificado por los ingenieros de la Industria Aeroespacial de Israel (IAI) como "un camino de no retorno", pero perdió su motor principal, se encaminó hacia un descenso incontrolado y no consiguió aterrizar.
Los ingenieros de la IAI, que controlaban y contemplaban el proceso de aterrizaje desde su base en Yehud (centro de Israel), comunicaron que la operación había fracasado ante un público expectante.
"Si no lo consigues, lo pruebas otra vez", declaró el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien se encontraba en la base aeroespacial donde consoló a los ingenieros, quienes igualmente manifestaron su alegría por haber estado tan cerca de la Luna.
Donaciones privadas
El módulo lunar no tripulado fue puesto en órbita el pasado 22 de febrero, en la primera misión israelí que se llevaba a cabo, y se trataba del primer viaje espacial de la historia financiado enteramente por donaciones privadas y dedicado a fines educativos.
De haber aterrizado a la superficie lunar, Bereshit se debía encargar de medir el campo magnético del satélite, enviar de manera simultánea imágenes y vídeos, al estar equipado con cámaras, sensores magnéticos y transmisores para enviar la información a la Tierra.
También llevaba una cápsula del tiempo con archivos digitales del tamaño de una moneda que incluía una Torá (Pentateuco, los primeros cinco libros de la Biblia), dibujos hechos por escolares israelíes, una copia del himno nacional y una bandera de Israel, así como literatura, fotos y canciones israelíes.
Beresheet, de cuyo diseño participó el ingeniero argentino Diego Saikin, despegó con éxito al espacio el 22 de febrero pasado a bordo de un cohete Falcon 9 de la empresa SpaceX, desde Cabo Cañaveral, Florida.
"Esperamos que nuestro alunizaje ayude a la humanidad a dar un paso más en su camino hacia la exploración del universo", había publicado en su cuenta de Twitter el equipo de la misión, esperanzado de lograr un hecho histórico que quedó trunco.