Un dato de la DEA ayudó a desbaratar un grupo narco que operaba desde Tucumán
La organización criminal tenía su base en Alderetes y se habría dedicado a traficar cocaína que distribuía a nivel nacional y hasta internacional. La banda también fue investigada por lavado de activos. En Buenos Aires encontraron unos 40 kilos de droga. Antecedentes.
Dentro de ese mundo de recovecos y trampas que ofrecen las causas sobre narcotráfico, esta investigación rompió el molde. Un dato aportado por la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés) sirvió para que una banda que se habría dedicado al tráfico internacional de droga haya sido desarticulada. La organización, según confiaron fuentes judiciales, tenía como base nuestra provincia y su líder es tucumano. Además, no fue atrapada por tener droga en su poder, sino por las actividades de lavado de dinero que realizaban con los dineros que provenían de esta actividad ilícita.
El grupo, de acuerdo con la información proporcionada por fuentes judiciales, venía siendo investigado desde hace más de 15 años por distintas fuerzas y funcionarios de la Justicia Federal de varias provincias.
Pero los expedientes siempre se paralizaban porque los sospechosos ponían en práctica numerosas estrategias para evitar ser descubiertos. Sin embargo, fue la Drug Enforcement Administration estadounidense la que aportó la información para que los pesquisas pusieran otra vez la mira en el grupo.
De acuerdo con la versión oficial, la DEA informó a las autoridades argentinas que la banda compraba cocaína en grandes cantidades en Bolivia y la trasladaba por vía aérea hasta Paraguay. De allí, la hacían ingresar al país y la distribuían en distintos puntos del país. Dado el volumen que manejaban, los expertos suponen que también se traficaba al exterior.
Los pesquisas comenzaron a perseguir a los sospechoso y lograron identificarlos. Descubrieron que “Pepe”, un tucumano que ya había sido detenido en dos oportunidades por traficar drogas (ver nota aparte), era el líder de una organización que tenía base de operaciones en Alderetes. La misión de atraparlos con un envío se frustró porque narcos paraguayos, en un confuso episodio que habría incluido tiroteos y promesas de venganza, se quedaron con la carga.
Los allanamientos
La investigación prosiguió. El juez federal de Campana, Adrián González Charvay, decidió investigar el aspecto económico de los sospechosos. Al analizar las cuentas bancarias, los bienes y el estilo de vida que llevaban, decidió ordenar su detención.
Personal de la Superintendencia de Drogas Peligrosas, y de las divisiones de Lavado de Activos del Narcotráfico y de Antidrogas de la Policía Federal, se reunieron anoche para organizar y ultimar los detalles del operativo que estaban por realizar en esta provincia. Se comunicaban con sus pares de Santa Fe, Mar del Plata, provincia de Buenos Aires y Ciudad Autónoma de Buenas Aires, que también realizarían medidas por orden del juez de Campana. Antes de las 8 de ayer, todos salieron a la calle y lograron cerrar una investigación que llevaba más de dos años.
Los federales, en nuestra provincia, allanaron domicilios de Alderetes, Banda del Río Salí y Yerba Buena. En la primera de esas ciudades detuvieron a “Pepe” y a su hijo, que sería un reconocido prestamista de esa localidad. Esa es una de las actividades que habrían utilizado para hacer ingresar el dinero al sistema financiero.
En tierras bandeñas ubicaron a la ex mujer del “capo” de la organización, que también fue apresada. En Buenos Aires y en la CABA, según confiaron fuentes de la investigación, secuestraron alrededor de 40 kilos de cocaína.
La actual mujer del supuesto líder del grupo investigado también fue detenida en una de las viviendas donde se encontró droga.
En Tucumán, los pesquisas revisaron cada una de las propiedades que pertenecerían de la organización. No encontraron drogas para sostener la hipótesis de que también traían sustancia a la provincia para su comercialización. En cambio, hallaron documentación de varias propiedades a nombre de terceros que serían de “Pepe”.
En ese listado aparecen dos casas fastuosas que fueron edificadas en el barrio de Flores y en la ciudad balnearia de San Bernardo. De acuerdo con la versión oficial, están construidas con los mejores materiales, tenían objetos lujosos y contaban con modernos sistemas de seguridad.
El grupo también habría manejado una flota de camiones y una cantidad no precisada de camionetas y de automóviles. La mayoría de estos vehículos habrían estado ocultos en un galpón de unos 6.000 metros cuadrados que tenían en Alderetes.
Todavía no se conocieron los montos que la banda tendría depositados en numerosas cuentas bancarias. En cambio, se sabe que la Justicia ordenó la inmovilización de todos los bienes.
De aquí para allá
“Pepe”, tucumano de origen, vivió en esta provincia durante muchos años, pero por cuestiones propias del negocio ilegal del tráfico de drogas, se habría instalado en Buenos Aires. También habría residido en Bolivia, de donde es oriunda su actual mujer. Se sospecha, además, que en ese país habría establecido los vínculos con los proveedores de la cocaína que se encargaba de traficar.
Después de haber recuperado la libertad en una causa por tráfico de drogas, habría regresado a esta provincia para continuar desde aquí con el negocio ilegal. Jamás se imaginó que la DEA le allanaría el camino a la Justicia para que volviera a ser detenido por tráfico de drogas y lavado de activos.