La situación procesal de los dos policías que fueron detenidos, acusados de haber cometido un asalto en el sur de la provincia, se definirá en las próximas horas, luego de que se realice una rueda de reconocimiento. El Ministerio de Seguridad espera que avance la causa judicial, aunque es un hecho que serán expulsados de la fuerza.
El viernes 15, a media mañana, dos personas armadas irrumpieron en la sede de EDET de La Madrid. Después de reducir a los empleados (la sede de la empresa no cuenta con vigilancia policial ni privada) se alzaron con un botín de poco más de $ 40.000. No obtuvieron más dinero porque por un problema en el sistema informático, comenzaron a cobrar 10 minutos que se concretara el atraco.
Los acusados huyeron en un vehículo rumbo al sur. Los vecinos alertaron a la Policía de lo que había sucedido, por lo que se inició una persecución. Al mismo tiempo, los uniformados se comunicaron con sus pares santiagueños para informarles que una banda de asaltantes se dirigía hacia Termas de Río Hondo.
Los policías santiagueños montaron un operativo en el acceso a esa ciudad. Al llegar al lugar, los sospechosos fueron aprehendidos por los santiagueños. Los identificaron como el oficial Carlos Sebastián Molina (32 años), que prestaba servicios en la Unidad Regional Oeste; el cabo Fabián González Lezcano (36), destinado a la comisaría de La Ramada; y Fernando Sebastián Carrizo (32), que dijo ser empleado de la municipalidad capitalina (fue desmentido por la Intendencia).
En la fuerza se confirmó que Molina, que no tenía arma porque estaba procesado por otra causa, para cometer el ilícito habría utilizado el arma reglamentaria de su esposa, que es asesora letrada de la Policía. González Lezcano le habría robado la pistola a su compañero Cristian Bonet, que denunció al día siguiente de que fueran arrestados.
Los detenidos estuvieron detenidos en Termas casi dos semanas. La Justicia santiagueña los procesó por tenencia de armas. El lunes, después de haber completado los trámites de extradición, fueron trasladados bajo un fuerte operativo de seguridad. Quedaron detenidos por robo agravado y ayer debieron haber sido sometidos a una rueda de reconocimiento. Sin embargo, la medida no se realizó porque la defensa se opuso, ya que los modelos que iban a participar en la prueba eran muy diferentes físicamente a los acusados.
“Estamos esperando que esta situación se resuelva cuanto antes. Mientras la Justicia avanza en la investigación, estamos realizando todas las medidas necesarias para que sean expulsados de la fuerza. No queremos gente de estas características en la Policía. Cruzaron de vereda y no volverán más”, dijo el ministro de Seguridad, Claudio Maley.
El funcionario anticipó que, tanto la esposa de Molina como el policía Bonet, quedaron disponibles hasta que se resuelva su situación procesal. “Se les cuestiona la falta de atención en el arma que se les entregó. Esto no se pueda pasar por alto”, agregó. El fiscal Jorge Echaide aún no informó que sucederá con los dos uniformados.
Maley, en cambio, adelantó que se iniciaron los trámites para que Molina y González Lezcano también pasen a retiro. “Seremos inflexibles con los que actúen fuera de la Ley. Las sanciones que se aplicarán están más allá de la investigación del caso, es decir, que después deberán responder por sus actos en la Justicia”, concluyó.