Pocas veces o nunca había ocurrido que, en presencia de los académicos de la lengua de Hispanoamérica, alguien dijese que su opinión sobre determinados fenómenos resultaba poco relevante. Eso sucedió ayer en la sesión “El español y la sociedad digital” del VIII Congreso Internacional de la Lengua Española, cuando la autora argentina Claudia Piñeiro, que presentaba a los periodistas Jorge Fernández Díaz y Soledad Gallego-Díaz, pidió la palabra: “sólo quiero decir que tengo contacto con muchas mujeres que militan en colectivos feministas y no conozco a ninguna que esté preocupada porque la Real Academia Española (RAE) apruebe el uso del lenguaje inclusivo. Lo emplean o no lo emplean, pero no les importa nada que la RAE lo valide”.
La narradora, muy activa en las redes sociales, negó que las mujeres estén buscando imponer una terminología y cuestionó a quienes las critican por ello. “Las mujeres se expresan como se expresan y punto: que cada uno haga lo que quiera”, opinó en el Teatro San Martín, en el encuentro promovido por la RAE, la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale) y el Instituto Cervantes.
La cuestión del lenguaje inclusivo fue introducida por Fernández Díaz, autor de El puñal. “Para mí es un síntoma de algo importante y muy positivo, pero hay quienes quieren forzar a la RAE, y a quienes hacen los diccionarios a adquirirlo y a procesarlo inmediatamente. Los académicos saben que estas incorporaciones suceden de abajo hacia arriba y no al revés. Los que hacen diccionarios anotan cómo habla la sociedad en forma perenne y masiva. El lenguaje inclusivo, aunque se está expandiendo rápidamente, todavía no es popular, pero no me cabe la menor duda de que cuando uno se tome un taxi y el conductor diga ‘todes’, el diccionario va a reconocer esa expresión. Pero esto no debe imponerse”, insistió.
Gallego-Díaz, primera directora del diario español El País, dijo que no creía que el lenguaje pudiese ser forzado. “Es una construcción cuyo desarrollo no tiene afortunadamente nada que ver con las imposiciones. Sí creo que la lengua refleja las estructuras de la sociedad y que en la actual existe un esquema de poder que hace que las mujeres estén en una posición secundaria. En Occidente esto ha ido cambiando, pero aún falta para llegar a la igualdad deseada”, reflexionó.
Si bien reconoció que toda su vida había sido feminista, Gallego-Díaz consideró que intentar el lenguaje inclusivo como una exigencia carecía de sentido. “Lo que se busca es demostrar en qué lugar está la mujer. Es un movimiento político que, al insistir en la inclusión, pone de manifiesto la desigualdad”, remarcó.
Palabras de las máximas autoridades
“Córdoba es conocida en el mundo por sus universidades, porque aquí nació la primera universidad de Argentina y la segunda de América Latina; por sus pensadores; por sus artistas; por su empuje y por su gente. Estoy convencido de que este acontecimiento aumentará la luz que irradia Córdoba al resto del país”. Juan Schiaretti, gobernador de Córdoba y anfitrión del Congreso
“El castellano aún no tiene en la ciencia y la tecnología del mundo la presencia que se corresponda con el peso de los hispanohablantes. Somos ávidos de tecnologías que han sido desarrolladas en otros idiomas. No podemos contentarnos con que nos traduzcan el futuro: debemos escribirlo también”. Rebeca Grynspan, secretaria general iberoamericana
“Ya no es posible pensar que desde un lugar del idioma o desde un lugar de La Mancha alguien diga cómo se habla bien y cómo se habla mal. Hablar andaluz es hablar como se habla en Andalucía. Caminos juntos con la belleza de las palabras. El idioma es el mayor espacio público de una comunidad”. Luis García Montero, director del Instituto Cervantes
“Este Congreso se propone poner en valor al español como lengua americana. Todo su programa está impregnado de panhispanismo convencido y militante. Hemos procurado ser inclusivos para atender necesidades diferentes, y para abordar las tendencias nuevas y los fenómenos inéditos”. Santiago Muñoz Machado, director de la Real Academia Española
“Vuestro José Luis Borges (en referencia a Jorge Luis Borges), que es nuestro, también, por universal, dejó escrito que ‘el idioma no es solo un instrumento de expresión y comunicación sino una tradición y un destino’. A estas tierras pampeanas llegaron a lo largo de los siglos muchos pueblos itinerantes, cada uno con su lengua”. Felipe VI, rey de España
“Mediante la lengua se trazó para siempre un destino: el de unirnos en forma inquebrantable. Toda nuestra diversidad se cuenta con las mismas palabras. La lengua es nuestra casa: pensamos y soñamos con ella. La lengua es nuestro mayor activo: es la riqueza mejor distribuida en la comunidad”. Mauricio Macri, presidente de la Argentina.