La hipótesis del móvil pasional parece consolidarse en torno del crimen del ex empresario panadero Carlos Oscar Chequer, en Concepción. Al menos es lo que se reconoce entre los allegados a la investigación del caso, aunque no descartan otros condimentos diferentes. En este marco, por ahora, las sospechas sobre la presunta autoría ideológica se orientan hacia el procurador Miguel Vega. De por medio aparece una bailarina, novia del sospechoso.
Vega se encuentra detenido tras violentar la faja de seguridad de un vehículo Palio Weekend, que le habían incautado días antes y que permanecía en el depósito judicial ubicado en San Martín al 2.400. La medida había sido solicitada por el fiscal Edgardo Sánchez, a cargo de la investigación.
Vega extrajo varios elementos del interior del rodado, entre ellos un cuchillo. Luego lo arrojó en un contenedor cercano. El procedimiento fue registrado por una cámara de seguridad privada y al poco tiempo fue aprehendido por la Policía. Después, el fiscal Miguel Varela pidió su detención por el delito de ocultamiento de pruebas.
Se supo que el rodado secuestrado pertenece a Héctor Monayer, a cargo del equipo de la Cámara Gesell Federal. Vega participaba en actividades que esa área nacional realizaba, aunque el funcionario nacional dijo que éste “no tenía responsabilidad laboral efectiva”.
Un celular clave
Desde un principio, los pesquisas tenían casi descartado el móvil del robo. Pues el desconocido que atacó y dio muerte a Chequer en su casa, cumplió el cometido y se alejó llevándose solo uno de los tres celulares que tenía la víctima. En el inmueble, ubicado en Matienzo y San Juan, había otros elementos de valor, pero no fueron tomados.
Lo cierto es que fue el propio Vega quien comenzó a llamar la atención de los investigadores. A los pocos días del crimen se presentó ante el fiscal Sánchez con el celular desaparecido de Chequer. Dijo que lo había encontrado mientras trotaba por la ruta 65. Explicó que lo activó y descubrió que era el de la víctima.
La versión no convenció al representante del Ministerio Público. Las indagaciones posteriores revelaron que Vega venía manteniendo desde hace un tiempo serias rencillas con Chequer. Sólo se deslizó entonces que eran por cuestiones personales. La situación del procurador se comenzó a complicar con datos de vecinos que aseguraron haber visto al Palio Weekend dar varias vueltas por la casa de la víctima horas próximas al homicidio.
También brindaron precisiones sobre un hombre que ahora está detenido. A éste le encontraron ropa con sangre del mismo grupo sanguíneo del difunto. El fiscal Sánchez espera el resultado de las pruebas de ADN que certificaran si el patrón genético corresponde o no a la víctima.
De acuerdo a los informes de la autopsia, el ex empresario acusó cuatro golpes fulminantes en la cabeza con un elemento contundente. Se cree que se trató de un garrote de madera. El sospechoso detenido por el crimen se negó a declarar. Los investigadores admitieron que, en base a las informaciones recogidas, Chequer era muy conflictivo. No sólo mantenía diferencias con Vega, sino también con otras personas. Se encaminaba a enfrentar un juicio por daño y perjuicio y otros delitos a causa de una demanda que le inició una ex novia. En los últimos meses se había dedicado activamente a la política como militante de Unidad Ciudadana. De ahí que también no se descarta que éste hecho también haya robustecido la inquina que mantenía con Vega.
Allanamiento
Mientras se profundizaban las sospechas del móvil pasional, el fin de semana el juez Raúl Fermoselle ordenó, a pedido del fiscal Sánchez, allanamientos en los domicilios de Vega y de su novia, la bailarina Giselle Gómez. La medida, vinculada con el crimen, la concretó la Unidad de Investigaciones Criminales y Delitos Complejos de Concepción y estuvieron supervisadas por el jefe y segundo jefe, Ariel López y Cristian Dadin, respectivamente. En la ocasión, los uniformados secuestraron computadoras, celulares y otros elementos informáticos que serán sometidos a pericias.