Las internas del pabellón N° 9 de la cárcel de mujeres de Paraná, donde se encuentra Nahir Galarza, manifestaron que la joven de Gualeguaychú por comportamientos extraños en su convivencia.
La semana pasada, Nahir ´denunció ante la Justicia a su compañera de pabellón, la policía Ludmila Soto. La joven condenada por el crimen de Fernando Pastorizzo llegó a los Tribunales paranaenses para declarar que fue víctima de una situación de "abuso y acoso sexual" perpetrada por Soto.
"Tengo problemas con ella porque, desde hace rato, esta chica que es lesbiana, es policía y durante mucho tiempo estuvo atrás mío. Al principio yo pensé que era jodiendo porque teníamos una relación de amigas", dijo Galarza en declaraciones periodísticas.
Sin embargo, tras la acusación, Soto remitió una nota a las autoridades donde no solo niega tal situación, sino que pide que la cambien de pabellón, ya que se reconoce como víctima de una maniobra de Galarza para lograr un traslado a otro lugar con la intención de fugarse, entre otras graves acusaciones.
Por su parte la ex policía y compañera de presidio de ambas mujeres, Griselda Bordeira, solicitó mediante una extensa carta dirigida a la jefa de Tratamiento del Penal ser reubicada. En el escrito manifestó estar preocupada por su integridad física y psíquica, debido a "la complicada convivencia con Nahir", a quien acusó de consumir marihuana en el pabellón que comparten.
"Temo por mi salud psíquica, ya que no descanso lo necesario por temor a que ocurra una situación en horas de la noche, ya que Nahir no duerme, deambula por el pabellón en actitudes extrañas, como pararse sobre muebles, permaneciendo inmóvil, observando un punto fijo por largo tiempo en la oscuridad o permanece inmóvil observándonos mientras dormimos, situación que informamos al Servicio Penitenciario. Ante la falta de respuestas, acordamos con las restantes internas dormir por turnos como una especie de guardia, para cuidarnos entre nosotras", contó Soto.