21 Marzo 2019
LA VÍCTIMA. Enzo Mariani fue asesinado en el sur de la ciudad.
“Lo único que se consigue con la viralización de fotos de sospechosos es entorpecer la investigación de cualquier caso”, explicó la fiscala Adriana Giannoni, luego de confirmar que no pudieron detener a los sospechosos del crimen del operario de CCC.
El lunes, pasadas las 15, Enzo Mariani, junto a su compañero, se detuvieron para realizar una reparación en una vivienda de 9 de Julio al 2.800. Fueron sorprendidos por dos jóvenes que se desplazaban en motocicleta que, después de amenazarlos con un arma de fuego, les robaron sus pertenencias. Se quedaron con el botín y, antes de irse, le dispararon. Fue trasladado al hospital Padilla donde falleció horas después.
Agentes de la División Homicidios lograron identificar a los supuestos autores después de varios trámites, ya que descubrieron que uno de los acusados vivía a poco más de 200 metros del lugar donde se produjo el mortal ataque. Fuentes judiciales confirmaron que, por temor, varios vecinos se negaron a declarar como testigos, ya que los acusados son conocidos en el barrio por ser peligrosos.
Mientras los investigadores seguían sumando indicios, desde el mediodía del martes, se comenzaron a viralizar fotografías de los sospechosos. “Eso complicó nuestro trabajo porque los acusados se dieron cuenta que los habían identificado y huyeron. Ahora será más difícil ubicarlos porque, con seguridad, cambiaron los lugares que utilizaban para esconderse”, dijo Jorge Dib, jefe de la División Homicidios.
Giannoni aseguró que con la viralización de las imágenes de los sospechosos no sólo se complicó su búsqueda, sino que pone en peligro algunas medidas que pueden ser pruebas clave. “Con esa acción ponen en peligro una rueda de reconocimiento, ya que el defensor puede pedir su nulidad al considerar que sus rostros fueron difundidos antes de que se hiciera la medida”, explicó.
En este tipo de casos, los acusados se desprenden de todos los elementos (arma, ropa y medio de transporte) que utilizaron en el hecho para que la Justicia no encuentre pruebas en su contra. Entonces, un reconocimiento se transforma en una evidencia fundamental para que los acusados sean condenados. Esa también es la razón por la cual la Policía les tapa la cara a las personas que son detenidas por cualquier causa.
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