Seguidilla, ráfaga... ¿hay más sinónimos para la palabra “racha”? Atlético (y los y las que escriben sobre él) lo vienen necesitando hace rato. Es que a esta altura, casi que no le quedan rachas (aquí debería estar el nuevo sinónimo) por cortar luego de lo que fue un siglo XXI lleno de desafíos completados en donde y contra quien sea.
Hace poco, Gervasio Núñez evaporó casi cuatro años y 133 partidos de sequía sin que el equipo convierta un gol de tiro libre. Fue ante Banfield y el tanto, además de la estadística particular, colaboró para matar otra racha: el “Decano” no ganaba en cancha de Banfield desde hace 26 años.
Hoy, desde las 13.15, podrá romper otra seguidilla aunque el propio Atlético se encargó hace poco de atenuar sus efectos. Ni en Primera (incluidos los viejos Nacionales) ni en la B Nacional, el “Decano” venció a Vélez, su rival de este mediodía. Jamás.
Pero, como el Atlético siglo XXI rompe todas las rachas que encuentra, nadie puede olvidar el 1-0 que le propinó en la Copa Argentina 2017. Fue en la cancha de Unión de Santa Fe, por los cuartos de final de esa edición y vaya que costó: Cristian Lucchetti protagonizó al menos ocho atajadas provenientes de chances claras de gol. Además, el “Fortín” erró un penal.
“Vélez es un equipo bien trabajado, aunque no viene consiguiendo resultados”, reconoció Rodrigo Aliendro en la previa de un duelo en el que Atlético podría sacarse otra espina, aunque ya lo haya hecho, en parte, en la Copa Argentina. De hecho, lo necesita para mantener sus chances de clasificar a la próxima Libertadores.
“Tenemos que ganarle a Vélez para no perderle pisada a River”, agregó el propio Aliendro.
Las razones y los argumentos para hacerlo no faltan. Tampoco es que hagan falta en un equipo que, como dijimos, se ha acostumbrado a acabar con rachas adversas.
En esta misma Superliga, consiguió un triunfo también inédito: nunca le había podido ganar a Newell’s y lo hizo en la fecha 4. Aquel 3-1 (que también significó volver a ganar de visitante después de cinco meses) llegó justo después de otra racha que también tuvo su final. Una racha que incluía a cientos de ellos en Argentina.
Cinco días antes de derrotar a Newell’s en Rosario, había perdido con Atlético Nacional en Medellín. A pesar de la caída, el equipo -que disputaba octavos de final en la Libertadores- había avanzado a cuartos de final. En casi 60 años de historia, jamás un equipo del interior indirectamente afiliado a AFA, había llegado a tal instancia.
“Atlético reescribió los libros de historia”, señalaron desde distintos lados y así fue. Era una situación única para el fútbol del interior.
En esa misma competición, durante la fase de grupos, hizo otra de las suyas. En abril de 2017, fue hasta La Paz para visitar a The Strongest. Al borde de la eliminación (había perdido los dos primeros partidos), al equipo sólo le venía bien un triunfo. Un triunfo que debía darse a más de 3.600 metros de altura. Un triunfo que ningún equipo argentino había conseguido en los últimos 48 años. Un triunfo que terminaría logrando gracias a los goles de Nicolás Romat y Javier Toledo.
Más acá en el tiempo, luego de ganarle a Boca (aquí el que buscó infructuosamente cortar una racha era el “Xeneize”, que no le gana al “Decano” desde hace 38 años), también dejó atrás números en rojo: se aseguró participar de la quinta temporada consecutiva en Primera. Una cifra que ningún equipo del Noroeste argentino consiguió desde Gimnasia de Jujuy, entre 1994 y 1999. De todo el interior, sólo San Martín (SJ), Godoy Cruz y Belgrano lo lograron en este lapso.
Pese al antecedente de 2017, el equipo volverá a tener (además de Vélez) una racha en frente.
“El horario cambia absolutamente todo”, dijo ayer Gabriel Heinze, entrenador de Vélez en referencia al partido en el que hoy recibirá a Atlético, desde las 13.15. Por lo menos se lo cambió a él y a su metodología.
Durante la semana previa a este partido, Heinze cambió los horarios de entrenamiento de su equipo: todos empezaron a las 13, el horario (aproximado) en el que comenzará el partido ante el “Decano”.
“El horario cambia absolutamente todo. Nosotros tratamos de cambiar los horarios y los hábitos para ver cómo se sienten”, explicó el “Gringo” en conferencia de prensa.
Sobre Atlético, tuvo palabras generosas: “el partido va a ser durísimo: por la categoría del entrenador y del equipo”.