Es cierto: un triunfo ante River, dejaría a Atlético seis puntos alejado de su máximo competidor en la carrera por llegar a la Copa Libertadores 2020. Una diferencia sustancial sabiendo que quedarían sólo nueve en juego. Quizás ni haga falta decirlo, pues es lo que se han encargado de dejar en claro todos los jugadores, hinchas, periodistas, etcétera. Sin embargo, lo que oficialmente significaría ganar tres puntos mañana, sería que Atlético vuelva a ser internacional por tercer año en los últimos cuatro.
No es que jugando la Libertadores no lo sea, pero para nada estará sellada su clasificación en caso de ganar. Todavía deberá seguir luchando para conseguirla aún con esa ventaja de seis puntos sobre su competidor. Lo que está confirmado es que si gana ante el “Millonario”, el “Decano” se asegurará su participación -al menos- en la Copa Sudamericana 2020. ¿Por qué? Porque le habrá sacado -como mínimo- nueve puntos a Lanús, el primer equipo que no clasificaría a las copas. Todo con la misma cantidad de puntos en juego y con una diferencia de gol de +11 contra una “Granate” de 0. Sólo una verdadera catástrofe lo dejaría afuera en este caso.
Tal vez con ese triunfo, a la postre, el equipo de Ricardo Zielinski clasificará a la ansiada Libertadores, pero parece importante valorar primero la confirmación de que el equipo volverá a los primeros planos internacionales, sea la competición que sea. Y así lo tiene en claro el entrenador y sus jugadores.
“Después de salvarnos del descenso, nos enfocamos en el segundo objetivo que nos pusimos al comienzo del torneo: vamos a dejar todo para conseguir la clasificación a una copa”, aseguró Zielinski.
Por supuesto que ellos son conscientes de que la Libertadores es el torneo más importante a nivel clubes del mundo junto con la Liga de Campeones de Europa, pero una copa internacional es una copa internacional. Eso está claro.
Sería el cierre perfecto a una segunda mitad de la década casi perfecta para el club de 25 de Mayo y Chile. En 2015 ascendió a Primera, en 2016 clasificó a su primera Libertadores. Quito (con todo lo que representó ese viaje desde Guayaquil, en Ecuador), Cartagena de Indias (Colombia), Montevideo (Uruguay), Cochabamba (Bolivia) y San Pablo (Brasil) fueron sus primeros viajes oficiales. Parecía quedar todo en esa fase de grupos y esa heroica fase previa, pero no. Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y un corto vuelo a Buenos Aires (para jugar contra Independiente) en la Sudamericana culminaron un 2017 muy viajado para el club.
La final en la Copa Argentina de ese año le aseguró otra Copa: la Libertadores 2018 y allí también hubo siete viajes pero esta vez significaron cuartos de final. Montevideo (Uruguay), La Paz (Bolivia), Asunción (Paraguay), Medellín (Colombia) y Porto Alegre (Brasil) esta vez fueron los destinos para el “Decano”.
De sólo repasar las ciudades, fanáticos y fanáticas son invadidos por la melancolía. Ellos también viajaron a todos esos lugares, acompañando al equipo. Pero, con un partido tan importante como el de mañana en frente, la melancolía se transforma en ansiedad. Ansiedad de volver a salir a recorrer América. Y, repetimos, por si aún hiciera falta: sea la competición que sea. Lo importante para Atlético es volver a ser internacional y el equipo está a punto de lograrlo.