“El policía que mató a Facundo está libre y trabaja, con arma y uniforme, en una heladería”

“Facundo era sólo un niño. Están matando a nuestros hijos y nadie hace nada”, expresó Rita Ferreira, tía de Facundo Ferreira quien murió a los 12 años en la madrugada del 8 de marzo del año pasado, cuando recibió un tiro en la nuca, disparado por un policía, mientras circulaba en moto con un amigo por la zona de El Bajo. El niño había salido para ver las carreras de motos en el parque 9 de Julio.

Los policías Mauro Díaz Cáceres y Nicolás González Montes de Oca hicieron los disparos al perseguir a los jóvenes que circulaban en moto. Facundo recibió un tiro, y según la fiscalía, se había confirmado que había rastros de pólvora en las manos del chico, lo que daría a entender que también disparó. Luego, tras peritajes, un dermotest y un barrido electrónico, se confirmó que Facundo no disparó sino que los tiros habían sido del lado de los policías y a corta distancia. Además, no se pudo comprobar por qué se había iniciado la supuesta persecución. En la investigación surgieron algunas irregularidades que habrían cometido los efectivos de la fuerza. El primero de ellos fue haberse demorado más de una hora y media en avisar a la Justicia sobre el hecho. También quedó comprobado que las primeras medidas para preservar la escena del crimen y la recolección de posibles pruebas fueron realizadas por los mismos efectivos y sus compañeros, cuando en realidad ese trabajo lo debería haber hecho la División Homicidios (nunca fue convocada) o Personal del Equipo científico e investigación Fiscal (ECIF).

En aquel momento, los agentes dijeron que se había producido un enfrentamiento entre ellos y los chicos.

Uno de ellos, González Montes de Oca, dio positivo en su examen toxicológico en marihuana y cocaína. En julio de ese año, la fiscala Adriana Giannoni, imputó a Díaz Cáceres (autor del disparo) por homicidio agravado, y a González Montes de Oca como partícipe necesario. Los policías negaron su participación pero la fiscala pidió su detención. Ese pedido fue rechazado por el juez Victor Rougés. Luego de varias denuncias de amenazas por parte de la familia de Ferreira, en octubre del año pasado la Justicia ordenó la detención de González Montes de Oca. Ambos están separados de la fuerza. Según la tía de Facundo, Díaz Cáceres presta servicios adicionales, con armas y uniforme, en una heladería, y los familiares del niño exigen que quede preso por haber sido el autor del disparo que mató a Facundo. “¿Cómo puede ser que este hombre esté libre y encima trabajando?”, cuestionó.

Hoy a las 9, familiares del chico junto a vecinos y diferentes organizaciones, se concentrarán en puertas de Tribunales (Av. Sarmiento 431), al cumplirse un año de su muerte, para exigir un esclarecimiento de la causa y una medida contra los acusados. “Vamos a seguir luchando hasta el cansancio. Queremos que se haga justicia”, dijo Rita.

Según ella, “dijeron que mi sobrino andaba robando con su amigo pero eso es mentira. En Tucumán no tenemos justicia y nosotros como familia menos”. “El Estado es responsable de la muerte de Facundo. Encima los asesinos están libres”, añadió.

“La verdad que el Estado no brinda seguridad. Supuestamente ponen agentes para que cuiden a las personas pero al final están matando a los hijos de todos nosotros. Son chicos inocentes, son niños...”, expresó.

El estado de la causa que en dos meses será elevada a juicio: El pedido de elevación a juicio de la causa por el crimen de Facundo Ferreira se concretaría en menos de dos meses, según confirmaron fuentes judiciales. La fiscala Adriana Giannoni, de acuerdo al expediente, pedirá que los policías Mauro Díaz Cáceres y a Nicolás González Montes de Oca sean enjuiciados por homicidio agravado, ya que hay indicios de que ambos dispararon sin razon alguna al menor en la zona de El Bajo el 8 de marzo. Pese a la gravedad del hecho, sólo Díaz Cáceres quedó detenido, pero eso sucedió por haber sido arrestado después de haber arrebatado una cartera en setiembre pasado. Al ser separado de la fuerza por este hecho, la Justicia entendió que podía entorpecer el desarrollo de la investigación fugándose. Su compañero, que no fue separado de la fuerza y por el momento se encuentra realizando tareas administrativas, podría ser enviado a prisión si es que la Cámara de Apelaciones acepta el planteo que realizó Giannoni, con el apoyo de los abogados de Andhes, que asumieron el rol de querellante. El fiscal de cámara Alejandro Noguera también opinó que el uniformado debe esperar en prisión hasta que se inicie el juicio.

Con respecto a los acusados en el homicidio de su sobrino, la mujer dijo estar furiosa y confundida. “No entiendo por qué esta persona está como si nada. ¿Por qué él está prestando servicios?, no es justo. Él debería estar preso”, dijo. Además contó que en reiteradas ocasiones se cruzaron con el policía. “No nos dice nada, nos mira y entra rápido a la heladería. Él está con escopeta y un revólver. Hasta lo tenemos filmado”, remarcó. “Hoy nos tocó Facundo pero mañana puede ser cualquier otro niño”.