Sólo un milagro parece ser capaz de salvar a San Martín

La sucesión de errores, múltiples y de todo tipo, cometidos desde el inicio de esta travesía por Primera División, dejaron a San Martín conectado a un respirador artificial. La derrota contra Lanús complicó aún más las posibilidades del equipo ahora dirigido por Ricardo Caruso Lombardi e ingresó en la zona de fuego: no depende más de sí mismo para zafar y en cada fin de semana podría sentenciarse su historia.

Hay dos equipos que en un principio aparecían como rivales directos, que luego del pasado fin de semana dejaron de serlo: Gimnasia La Plata y Argentinos.

El “Lobo” y el “Bicho” ganaron sus respectivos partidos y eso sumado a la derrota del “Santo” contra Lanús lo tornaron inalcanzables. Por eso en La Ciudadela saben que ahora su lucha (casi titánica) será contra Tigre, Patronato, Belgrano y San Martín de San Juan.

Para poder quedarse a jugar la próxima temporada de la Superliga, los de Bolívar y Pellegrini ahora no sólo necesitan sumar puntos; sino que deberán también rezar para que sus rivales no lo hagan.

Si San Martín logra ganar los cuatro partidos que le quedan (sería algo tremendo, debido a que sólo pudo sumar tres victorias en 21 fechas) sí se tornaría inalcanzable para Tigre y para Belgrano, pero debería implorar que el “santo” sanjuanino no sume 14 unidades, ni Patronato 12.

Ese sería el mejor escenario posible al que podría aspirar. La situación cambiaría (y se complicaría muchísimo) si los dirigidos por Caruso ganan tres juegos e igualan el restante. Con 10 unidades en su bolsillo necesitaría que Tigre no acumule 12, Belgrano 8, San Martín de San Juan 6 y Patronato cinco. Esta última ecuación sería bastante difícil teniendo en cuenta el rendimiento de estos equipos desde que comenzó la temporada oficial de 2019. En este tramo de la competencia Patronato sumó 10 puntos, Tigre y Argentinos 8, Gimnasia La Plata 7, Belgrano y San Martín de San Juan 6 y San Martín 2.

Evitar la caída a la B Nacional es casi una utopía para San Martín. El presente pasa facturas de una catarata de errores que amenaza con derribar todo lo construido.