"Sostengo mi total y absoluta inocencia en los hechos que se investigan", expresó Eduardo di Lella, ex secretario de Seguridad, quien está imputado por el encubrimiento del crimen de Paulina Lebbos, al pronunciar sus últimas palabras.
En primer lugar, criticó la investigación realizada por el fiscal Diego López Ávila. Aseguró que "careció de imparcialidad, transparencia y fue notoriamente arbitraria". Luego destacó que el propio Alberto Lebbos sostuvo en una oportunidad: "no vi ni escuché que el doctor di Lella le haya dado una orden a nadie".
"Estoy acá injustamente, se me pretenden imputar hechos falsos, antojadizos, los cuales jamás reconocí y jamás acepté", dijo.
"Durante más de 12 años recibí numerosas difamaciones, agravios y mentiras. Y jamás contesté, siempre respeté el dolor de la familia Lebbos, que estaba por encima de cualquier cuestión personal, y mi familia también lo respetó", afirmó.
Finalmente, reiteró que "ninguna causa noble se puede sustentar en una mentira" y aseguró: "no tengo nada que esconder, tengo las manos limpias, serenidad y tranquilidad de conciencia".