Por Jose Ariel Ibañez
20 Febrero 2019
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Walter Coyette se fue el viernes de La Ciudadela en silencio. Pasó entre los hinchas frustrados por la actuación del equipo ante Belgrano y angustiados por el presente de San Martín, cada vez más cerca del descenso. Tampoco habló después de acordar su desvinculación. Lo hizo ayer con Radio Rivadavia. Y se despachó contra todos. Les pegó a los jugadores y a los dirigentes. “No estuvieron alineados con la línea de juego. Vi cosas en el plantel y tuve que tomar decisiones”, señaló.
También le apuntó a los hinchas. “Me amenazaron. Una cosa es que se metan conmigo y otra con mis hijos que no tienen nada que ver”, agregó.
Según el técnico, todos son culpables... menos él. ”Soy un laburante que puso lo mejor para el club”, se justificó. Cero autocrítica. Hasta parece que se burla de todos. ¿Acaso no fue él quien aceptó los refuerzos y algunos demostraron estar lejos de lo que necesitaba? ¿No fue él quien fracasó a la hora de darle identidad futbolística al equipo? ¿No fue él quien sacó a los históricos para poner jugadores sin ritmo de competencia en un partido clave?
"Me fui porque hubo jugadores y dirigentes que no estuvieron alineados con la línea de juego", expresó.
Hay muchos responsables por la campaña y el número uno de la lista es Coyette, por más que él haya decidido no incluirse. Lástima que no le haya pedido disculpas al pueblo “santo” por no haber estado a la altura. Es lo mínimo que podría haber hecho en su despedida.
"En lo futbolísitco Bieler no está en su mejor forma. Debió respetar el pensamiento del entrenador", finalizó.
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