San Martín, fiel reflejo de su DT

San Martín, fiel reflejo de su DT

Coyette jugó con fuego armando un equipo sin lógica y el “Santo” fue un alma en pena.

La gaceta / foto de franco vera La gaceta / foto de franco vera

La voz del pueblo pocas veces miente. Por eso esa catarata de silbidos y de insultos que bajaron desde las tribunas cuando Gastón Coyette caminaba, con la cabeza gacha rumbo al boca de túnel, dejaron en claro que el rendimiento que mostró el equipo anoche fue responsabilidad absoluta de su entrenador.

En la edición de ayer de LG Deportiva hablábamos de que la apuesta del DT era más que arriesgada, mucho más jugándose una final por la permanencia en la Superliga. Coyette decidió poner en cancha un equipo que, salvo una o dos prácticas, nunca había jugado junto. Mandó a la cancha tres debutantes y relegó al banco a los históricos (Matías García y Claudio Bieler) que conocen a la perfección el sentir del hincha “santo” y saben lo que le costó al club llegar a Primera División.

“Tengo más fuerzas que nunca y soy optimista porque los muchachos me lo demuestran día a día”, había declarado el DT segundos después de perder en Mendoza, y con lo que pasó ayer en La Ciudadela da la impresión que lo dijo por compromiso.

Si anoche el “Santo” no perdió fue porque Belgrano demostró porqué pelea también por la permanencia. San Martín no tuvo orden, el poco juego que mostró fue gracias a algunas pinceladas de Rodrigo Gómez, la única chance de gol en 90’ se dio por un yerro del rival y el dibujo y los nombres que experimentó Coyette en su laboratorio sufrieron horrores la presión por sumar una victoria que casi parecía ser una de las últimas esperanzas para un plantel que ayer se mostró casi abatido.

Anoche el equipo fue un fiel reflejo de un entrenador que perdió sus fuerzas hace rato y que durante esta semana también pareció haber extraviado la brújula. Sino no se explica el equipo que puso en cancha y los cambios que metió en el complemento.

Si García y Bieler no estaban para jugar, ¿por qué apeló a ellos cuando las papas quemaban y el empate casi que sentenciaba la historia de San Martín?

Esa jugada dejó en evidencia que los papeles se le habían quemado y que las fuerzas quedaron atascadas a orillas de la Cordillera de los Andes.

San Martín dejó pasar una nueva oportunidad por sumar de a tres y zafar del descenso a esta altura casi que depende de un milagro. Ayer, se vio un equipo que acusó el impacto de un mensaje que desde el banco salió tergiversado.

“Hay que ir a ganar en cancha de River”, fue el mensaje que Jorge Carranza, el único que le puso el pecho a este momento, brindó en la conferencia de prensa.

Pero, ¿puede ganar jugando así San Martín? ¿Seguirá con fuerzas Coyette para modificar una y mil veces los nombres y el esquema de un equipo que no se encuentra a sí mismo?

En la semana, el DT había dado muestras de que estaba perdido y sus jugadores casi que se contagiaron, justo antes de disputar uno de los partidos más importantes de los últimos tiempos.

Por eso, así no se puede seguir. El margen es mínimo, pero es momento de tomar decisiones fuertes. El “Santo” no puede esperar más, con Coyette o sin él, debe reaccionar antes de que sea demasiado tarde.

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