Un nuevo tucán llegó a Tucumán y ahora buscan recuperar la especie
La mitad de los animales que un día poblaron la Tierra ha desaparecido. Tucumán ha sido hábitat de una de las aves más características de América; hoy, al borde de la extinción. Pero en los últimos años se ha dejado ver otra vez. El domingo, la Reserva de Horco Molle recibió un tucán recuperado en Jujuy. Con él, dará inicio a la reintroducción. Una vez que se recupere, será llevado a la Reserva de San Pablo, para su liberación.
Decime sino te produce encantamiento. Con ese cuerpo negro, tan negro como el azabache. Con ese andar cómico, tambaleante. Y con ese pico que es un espectáculo, más grande que el de cualquier otro pájaro en comparación con su tamaño corporal. De entre las más de 2.500 especies de aves que habitan los bosques tropicales de América -loros, papagayos, guacamayos, colibríes...-, el tucán es, probablemente, el que más atrae. El de la foto es un tucán Grande (Ranphastos toco), la variedad que antes era común en Tucumán y en el Norte del país pero que hoy se encuentra al borde de la extinción. Fue fotografiado en la Reserva Experimental de Horco Molle, donde hasta el domingo pasado vivía junto a otro ejemplar. Ese día, arribó un tercero, agrandó la familia y puso en marcha un proyecto para reforzar y reintroducir esa especie.
El recién llegado todavía no puede ser fotografiado, pues se encuentra en cuarentena. “Estaba flaco, en malas condiciones. Le habían cortado las plumas de la cola y de sus alas. Prácticamente, lo habían mutilado”, cuenta Diego Ortiz, el ornitólogo a cargo del programa de reinserción que fue lanzado a fines de 2018 por la Universidad San Pablo-T, la Universidad Nacional de Tucumán -de la que depende la reserva de Horco Molle- y el Gobierno.
El ave había sido atrapada en Jujuy. Al cabo, sus captores la entregaron al Parque Nacional de Calilegua. Y luego la Dirección de Flora y Fauna de esa provincia dispuso que fuera trasladada a Horco Molle.
Una vez que culmine este tiempo de aislamiento preventivo, los veterinarios y biólogos evaluarán si el tucán todavía conserva sus comportamientos salvajes, como aparearse, alimentarse por sí mismo o temerle al hombre. En caso contrario, deberán educarlo en esos aspectos. La tercera etapa consiste en entrenamientos de vuelos, que se harán en la Reserva de San Pablo, la institución privada asociada a esta cruzada.
La liberación ocurriría a fines de la primavera próxima. Pero los investigadores no piensan soltarlo sin más: le introducirán un chip que fue diseñado por el Centro de Tecnología Disruptiva de la San Pablo T-, con el que vigilarán ese regreso a la selva.
Vistos por don Lillo
La primera mención del tucán en Tucumán fue aportada por Miguel Lillo, a principios del siglo pasado, en 1905. El naturalista comentaba que se habían registrado ejemplares en las localidades de Yerba Buena, en Vipos y en El Timbó, todos ambientes de yungas; es decir, de selvas de montaña. En esos ecosistemas abundan las aves rapaces y una variedad de tucanes, loros, carpinteros y urracas, entre otros pájaros.
Pero a finales de los años ´90, el tucán fue dado por extinto en esta provincia: había sido cazado con intensidad. “Hay que acostumbrarse a disfrutar de las aves silvestres en su hábitat. No podemos meterlas en una jaula”, concientiza Ortiz.
La principal causa de la desaparición fue la pérdida de la selva piedemontana, como consecuencia del avance de la frontera agropecuaria. En 2010, el tucán volvió a sobrevolar las sierras de San Javier. Desde entonces, han habido avistamientos en Horco Molle y en San Pedro de Colalao, principalmente.
¿Por qué regresó?, se le pregunta a Juan Pablo Juliá, el director de la reserva de Horco Molle. Él cree que la hipótesis con más asidero es la siguiente: la gente ha emigrado de las montañas. En consencuencia, se ha marchado también el ganado, que provoca una degradación del hábitat. Así, al recuperarse los bosques, el tucán volvió casa.
En unas semanas -prosigue Juliá- podrían recibir dos tucanes más, que le fueron decomisados a un traficante de aves en Mendoza. Para que el programa de reinserción sea efectivo, se estima que al menos cinco pares de ejemplares deberían ser devueltos a la naturaleza este año. Como se trata de un proyecto a largo plazo, el número debería ir incrementándose de modo exponencial.
- ¡Juan Pablo! ¡Juan Pablo! ¡Ahí anda un tucán! ¡Justo estoy escuchando un tucán! ¡Un tucán! -. De repente, la conversación se interrumpe con gritos de desesperación del ornitólogo Ortiz, que al mismo tiempo mueve su cabeza en distintas direcciones y escudriña entre la espesura del follaje de Horco Molle.
Qué casualidad; una combinación de circunstancias atinada para demostrarte, lector, que -como dicen estos expertos- el tucán ha vuelto a nuestros bosques. Sólo debemos ayudarlo a que se quede. Para que un día de caminata por las sierras de San Javier nos sorprenda y encante entre los árboles, árboles que antaño fueron suyos.
Nueve respuestas
¿Dónde habita el tucán?
En general, el tucán está ampliamente distribuido por el continente americano, desde México hasta Argentina. En concreto, se lo puede encontrar en los bosques tropicales y subtropicales, como los de Tucumán. En el Norte argentino, se distribuye la especie conocida como tucán Grande (Ramphastos toco). En Misiones habitan hasta cinco especies.
¿Cuántas especies hay en el mundo?
Esta familia de aves es muy amplia: alberga seis géneros y cuarenta y dos especies diferentes. Los tucanes se caracterizan por poseer un pico muy desarrollado y de vivos colores, al igual que sus plumas. Miden entre 18 y 65 centímetros.
¿Cuántas crías puede tener?
La época de cría del tucán varía según la región, aunque su ciclo de reproducción es anual. Para anidar busca cavidades en los árboles. Suele poner entre dos y cuatro huevos, que eclosionan a los 16 o 20 días. En Tucumán, ponen sus huevos a fines de septiembre.
¿Cuánto vive?
Su promedio de vida es de 10 años. En cautiverio, su esperanza es mayor. El tucán es una especie sensible, que necesita cuidados especiales
¿Qué come?
Los tucanes se alimentan principalmente de bayas, semillas, frutos y fruta madura. En ocasiones, lo hacen de insectos y otras presas como pequeñas lagartijas, pichones y huevos de otras aves.
¿Por qué se encuentra en peligro de extinción?
La principal causa se debe a la destrucción de su hábitat, debido a la deforestación de las selvas, la contaminación ambiental y el crecimiento de las zonas urbanas. También son cazados, para luego ser vendidos como animales domésticos.
¿Por qué tiene un pico tan grande?
Desde hace siglos, científicos y naturalistas barajan distintas hipótesis para explicar porqué esta ave tiene un pico que ocupa dos tercios de su cuerpo. Algunas teorías han propuesto -como posibles funciones- el atractivo sexual, la manipulación de frutos, el ataque de nidos o la defensa. Un último estudio sugiere que el prominente apéndice sirve, además, para regular la temperatura del animal. Investigadores observaron que al atardecer, en el momento de dormir, los picos se enfriaban unos 10ºC
¿Qué debo hacer si veo un tucán?
No hay que tocarlo ni molestarlo. Es importante notificar la observación. Para ello, se puede llamar a las reservas de Horco Molle o de San Pablo.
¿Cómo podemos evitar su posible extinción?
Primero, se debe denunciar a los compradores y a los traficantes. El tucán no es una mascota; no debe ser domesticado. Al Estado y a las instituciones del área les compete fomentar la creación de un hábitat para la reproducción de esta especie. También se deben hacer campañas educativas a favor de la protección.