El boxeo es de esos deportes que a lo largo del mundo mueven grandes cantidades de dinero y de fanáticos. Para acercar las peleas a los seguidores, la televisión fue pionera en la imagen audiovisual. Otros disfrutaban los combates gracias a la voz de un relator a través del micrófono de la radio, pero eso ya quedó atrás.
La vista de las cámaras posicionadas en cada una de las esquinas del ring es una escena rutinaria en este deporte que, en comparación con otros, no innovó en un posicionamiento de los lentes que permitan al espectador tener una visión diferente de la pelea.
El boxeo se sumó a la ola de las transmisiones a través de páginas y plataformas de internet que trajo la nueva era de las tecnologías. Y, particularmente, el boxeador Saúl “Canelo” Álvarez, fue uno de los que apostó por esto. El mexicano firmó un acuerdo con DAZN, un servicio de streaming que pertenece a Perform Group y que sólo tiene tres años de existencia. Esta alianza dio su primer paso a fines de 2018 con la pelea entre “Canelo” y el británico Rocky Fielding, y se extenderá, en un principio, hasta 2023. No es la primera apuesta de Canelo de este tipo de transmisiones: antes tenía contrato con HBO, pero la cadena dejó de brindar el servicio de pago por evento con el boxeo.
“Al traer a Canelo buscaremos su éxito del Pago por Evento en una máquina de crecimiento para suscriptores. Este es un momento de transformación para nuestro negocio y toda la industria”, explicó John Skipper, jefe ejecutivo de DAZN sobre el proyecto. De esta manera, quienes quieran ser testigos de estas próximas peleas deberán abonar una suscripción mensual cuyo precio variará con el tiempo. “Si bien el streaming es mucho más económico que el sistema PPV (evento de pago por abonados al cable), es también más complejo. La ventaja la dará su precio: 9,99 dólares mensuales -alrededor de $ 370 de nuestro país- contra los 70 que cuesta el PPV por cada espectáculo. Los inconvenientes se reflejarán en la calidad del servicio de internet que posea cada comprador y en la practicidad de la conexión del teléfono al televisor, en caso que guste de la visión panorámica que se requiere para apreciar esta disciplina. Además, la base de la programación estará conformada por carteleras europeas y esto también constituye una gran incógnita en el consumo del americano” sostuvo Aníbal Miramontes, presidente del Comité de clasificaciones de la FIB a La Nación.
Para decepción de los seguidores argentinos, esta plataforma no funciona en nuestro país. Si lo hace en Brasil, Estados Unidos, Canadá, Italia, Japón, Austria, Suiza, Alemania y España. En nuestra provincia especialmente, para vivir las distintas peleas de boxeo, es necesario esperar por la transmisión televisiva o rogar por encontrar alguna transmisión web. La clásica asistencia para ver la pelea a centímetros de la acción, se muestra como la opción más certera, e incluso, más barata.