Febrero llega con una suba del 24% en la garrafa del gas

Febrero llega con una suba del 24% en la garrafa del gas

El envase de 10 kilos pasó desde $ 216 a rondar los $ 295,18. “Nos están matando. Me hace acordar a la época de Alfonsín, por la tristeza”, describió un vecino Indignación en las bocas de distribución.

RECHAZO. Los vecinos que no tienen gas natural, y que deben son usuarios de la “garrafa social”, criticaron la suba. la gaceta / foto de martín dzienczarski  RECHAZO. Los vecinos que no tienen gas natural, y que deben son usuarios de la “garrafa social”, criticaron la suba. la gaceta / foto de martín dzienczarski

La fila era larga. Las caras, de bronca. Carros a caballo y motos sobre la vereda. Ayer, el centenar de personas que esperaba que comience la venta de garrafas en la distribuidora Propanorte ya estaba digiriendo la noticia. Desde hoy rige el incremento de al menos un 24% de la “garrafa social” dispuesto por la Nación.

Adela Tello era la primera en la fila ayer a las 10.30, en la distribuidora de envasado (Jujuy 1.870). “No estoy de acuerdo con estos aumentos. No me alcanza y encima siguen las subas. Hasta cuándo. Nos van a sacar la cabeza; así no se puede vivir. Cobro una pensión por siete hijos ($ 6.516,97), mis hijas no consiguen trabajo ¿Cómo hacemos?”, cuestionó la mujer de 61 años. Contó que por mes usan dos garrafas, una de 15 kilos y otra de 10 kilos. En su casa viven cinco, en Moreno al 2.100. Con los aumentos, pasará de gastar $ 537 a $ 738 por mes (en verano), y controlando el consumo.

La medida dispuesta por la Secretaría de Energía de la Nación, establece que el valor del envase de 10 kilos pasará de los $ 216 actuales a tener un precio máximo de referencia de hasta $ 295,81. Según la Resolución 15/2019 de la cartera de Energía, comandada por Gustavo Lopetegui, el subsidio para los beneficiarios del Plan Hogar (administrado por la Anses), será de $ 152, es decir, que el Estado cubre un 51,4%. Las garrafas de 12 kilos pasarán a costar hasta $ 354,97 y las de 15 kilos, $ 443,71.

La garrafa social de 10 kilos tendrá un costo de $160,28 para el fraccionador; $ 240,97 para el distribuidor y de $ 295,81 para el público. El envase de 12 kilos costará al público $ 354,97; para el fraccionador $ 192,33 y para el distribuidor, de $ 289,17. Y la garrafa de 15 kilos tendrá un precio al público de $ 443,71, para el fraccionador $ 240,42 y para el distribuidor, $ 361,46. En febrero de 2018 la garrafa costaba $ 185, por lo que la suba interanual ronda el 60%.

Enojo y preocupación

Con la garrafa a cuestas, secándose la transpiración con un pañuelo, Tello se quejaba. “Tengo fe en Dios, espero que este año no sea como el pasado, que haya un cambio para bien. Es el peor momento de todos estos años. La garrafa está muy cara, encima todo está carísimo. Está cara la carne, el pan, no se puede comprar ni tortillas”, protestó la mujer.

“¿Cómo hace la gente que tiene muchos hijos? Hay crisis y siempre la pagamos los pobres. Los remedios para el corazón son caros, ya no me dan la medicación en los dispensarios. Antes estábamos un poquito mejor, pero ahora... encima con la inseguridad que hay”, continuó. Su hija contó que la semana pasada a su mamá la arrastraron por el suelo unos ladrones en moto: le robaron una bolsa con carne molida.

Unos pasos más atrás en la fila, Alberto Álvarez aguardaba su turno. En su casa usan dos garrafas de 10 kilos por mes. Es albañil y durlero. “Venir hasta acá me significa perder medio día de trabajo. Soy de San Andrés y vengo hasta acá porque es donde se la vende más barata. En mi casa somos cinco: mi señora y mis tres hijas. Esto es un golpe mortal. Se me va lo poquito que ahorraba, porque quiero terminar mi casa. Me mato laburando pero no hay solución. Tengo los bloques comprados pero no me alcanza para el cemento. Quiero hacerle la habitación a mi hija”, comentó. Y agregó: “Le ruego a Dios y a todos los santos en filita para que mejore la situación. Ya no sé en quién creer. Vivimos el día a día. Si vamos a trabajar sí hay para comer. Pero a veces no sé. La situación es malísima”.

“Es el peor momento en muchos años, el que menos tiene es el que más paga”, suspiró José Quiñones apoyado en la tapia de la distribuidora. “Aumenta el gas, la luz, la nafta... ¿y los sueldos? Soy albañil, cobro por semana y encima hay que andar regalándose para conseguir trabajo porque la gente tiene trabajitos chicos, porque n hay plata. Las constructoras se aprovechan de la necesidad y ofrecen poquísimo. ¿No querés agarrar? Atrás tuyo hay 15 que se tiran de cabeza por el trabajo. Los empresarios que gobiernan, porque eso son, nos están matando”, explicó el hombre. “Me hace acordar a la época de Alfonsín, por la tristeza”, describió la angustia de la pobreza.

Rocío Rojas (18 años) estaba resignada. Contó que usan dos garrafas (de 10 y de 15 kilos) por mes. “Vendemos sánguches de milanesas y no podemos quedarnos sin garrafa. En la casa somos 11 y nos damos maña. Trabajamos cuatro, pero no alcanza. La luz tendrá aumentos, ahora el gas. Uno se vuelve loco porque ve que no alcanza. Y se ponen mal los chicos, porque nos ven nerviosos a los grandes”, contó la joven.

Sofía Fara, de 62 años, estaba indignada. “Esto nos termina de reventar. Cobro la jubilación mínima y no me alcanza. Quiero que (el presidente) Mauricio Macri se vaya, hace añares que no estaba tan mal como ahora. Quiero que se vayan, a (la ex presidenta) Cristina (Fernández de Kirchner) no la quería, pero que querés que te diga, a éste (por el presidente) no lo quiero ver más. Me da tristeza todo esto. Antes la pasábamos mal, pero no así. Los de antes robaban, pero este roba y estamos mal. Que se vaya este gobierno, no podemos soportar más”, protestó la vecina de Jujuy al 3.000.

Al final de la hilera, Sabrina Méndez esperaba tranquila. “No sé cómo vamos a seguir. Mi marido es changarín, hace de todo y ahora está de pintor. Pero no alcanza. Lo peor de todo es que ni siquiera sé quién es el que nos aumenta las cosas, no les conozco ni la cara”, finalizó la mujer de 26 años.

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