27 Enero 2019
EL RÍO. Alberto Danielsen dijo que el mantenimiento de los cauces es clave la gaceta / foto de osvaldo ripoll
Alberto Danielsen, ex bombero y ex miembro del Grupo 0, en el área de Operaciones de rescate, alertó sobre los riesgos de las crecientes súbitas.
Brenda Gómez tenía 17 años y había acampado a orillas del río Tafí con su novio cuando una crecida la arrastró y le quitó la vida.
“No nos cansaremos de insistir sobre los riesgos que pueden causar los ríos de montaña” aseveró Danielsen. “Uno siempre cree que no le va a pasar nada; pero lo que pasó le puede suceder a cualquiera” sentenció.
“Lo digo de nuevo: nunca, pero nunca hay que acampar junto a un río de montaña”, dice sin poder resignarse a lo ocurrido. “Cuando le gente va de veraneo quiere quedarse cerca del río; no importan las advertencias”, dijo. “No entiende que el clima en vertical (el que se disfruta en el lugar del acampe) no se relaciona con lo que ocurre río arriba” explicó.
Continuó exponiendo que “basta que una sola nube de tormenta se descargue en las montañas para que el caudal crezca muy rápido”. “Se suman la pendiente y lo estrecho de los cauces; el agua se transforma en una muralla que crece”, explicó.
“Estos hechos se pueden evitar con campañas de información, con controles y con acciones preventivas” aseguró el ex bombero. “Haría falta un sistema de alerta temprana desde un puesto de avanzada río arriba, que tenga enlaces en los sitios de riesgo y sirenas que den la alerta”, ejemplificó. Por otro lado, entiende que es necesario que la gente “les de bolilla”.
Finalizó apuntando a que otro punto clave es el mantenimiento de los cauces de los ríos. “Cuando el agua es poca, fluye tranquila y nadie se entera; cuando el volumen crece de golpe, estos desmoronamientos actúan como diques naturales y empeoran la situación”.
Recomendaciones para evitar problemas
- Analizar la profundidad del agua: es importante tomar precauciones antes de ingresar al espejo de agua, puesto que el abismo puede ser mayor o menor a lo que se aprecia a simple vista, además de que puede variar dependiendo del sector del río en el que uno se encuentra.
- Siempre sumergirse con calzado: otra recomendación útil es ingresar al caudal con los pies cubiertos. La corriente arrastra sedimentos con materiales que pueden lesionar, pinchar o cortar a cualquier nadador que se zambulla en el agua sin haber tomado precauciones.
- Evaluar las condiciones meteorológicas: el factor climático puede cambiar en cuestión de minutos y después de un día de mucho calor, una tormenta podría llegar a ocasionar una crecida que puede ponerte en peligro de ser arrastrado por el cauce acrecentado del río.
- No estacionar en las orillas: un crecimiento del margen por el que corre el río puede, además, arrastrarte junto a todas tus pertenencias. Incluso los vehículos más pesados pueden correr riesgo de ser atrapados y empujados por la crecida.
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