24 Enero 2019
SÍMBOLO. Si Lucchetti es el sostén del arco, Aliendro, además de “corazón” en cancha, es el artillero hoy. la gaceta / foto de hector peralta
Los nervios se propagan a medida que el debut se acerca. La duda existencial existe, porque el hincha se acostumbró a gritar al compás del cantante de Simoca, de Luis Miguel Rodríguez, que ya no está porque se fue a Colón a perseguir otro anhelo, el de hacer todo lo que hizo en Atlético. “Pulguita” viajó a Santa Fe dejando el recuerdo de haber firmado ocho de los 27 gritos del “Decano” en las estadísticas de la temporada 2018/19 del fútbol de Primera. Tampoco estará Guillermo Acosta, ahora en Lanús; él y sus dos porotos. Entonces, la duda (el nerviosismo) puede jugar un rol preponderante en esta historia. ¿Hay preocupación por lo que puede suceder cuando reinicie Atlético la Superliga, el sábado, desde las 19.20 ante Gimnasia (LP)? No.
Puede que en los fans se haya generado esa dependencia crónica a Rodríguez, pero los quedaron en casa por decisión propia hacen pensar que este equipo seguirá por el camino del gol. Hay herencia de gol, y no precisamente por un legado de Rodríguez. Atlético, como equipo, ha sabido diversificar su perfil de club con dotes de artillero. Sin ir más lejos, de los titulares que probó ayer Ricardo Zielinski (ver aparte), siete han dejado su huella en alguna red contraria. Siempre hablando en términos de Superliga, los 11 titulares de ayer, en conjunto, ostentan 14 gritos, de agosto a diciembre pasado. Nada mal.
Atlético marcó 27 tantos en las 14 fechas que jugó de la Superliga.
“Este equipo se caracteriza por potenciarse como tal. Las individualidades saben complementarse”, explicaba hace un tiempo uno de los caudillos del plantel, Cristian Lucchetti, uno de los pocos soldados de la vieja guardia, como Bruno Bianchi, por ejemplo.
La insignia del goleador, por antecedentes, recae hoy en Rodrigo Aliendro. Pero eso ya es mucho. El volante central está en todos lados. Estuvo, en realidad. Su foja no miente: cuatro goles en 14 partidos jugados de la Superliga. Le hizo dos a Independiente, un golazo a Colón (sirvió para ganar sobre la hora), y otro a Estudiantes. En todos los casos, cada aporte de Aliendro fue clave a lo largo de la temporada. En la red y en el juego.
La siguiente posta recae en los goleadores, en Mauro Matos (3) y Leandro Díaz (2), delanteros que llegaron al club, cada uno en su momento, con más dudas que certezas, según el análisis del tablón, pero que luego las borraron con hechos. Con goles. Todos los jugadores han sabido cómo devolverle la confianza a la institución y al entrenador, por supuesto.
El inicio es clave
Está claro que vivir bajo la sombra de Rodríguez puede ser una mochila que nadie desea cargar. Lo curioso es que los ocho goles que “Pulguita” marcó en el torneo estuvieron bien distribuidos y fueron lejanos al inicio de Atlético en el show. De hecho, al final del semestre entró en llamas. Recién se destapó en la fecha 5, con el triplete a Tigre (3-0). Siguió con San Martín de San Juan (fecha 6), Independiente (fecha 10), Central (fecha 12), Belgrano (fecha 13) y San Martín (14).
Como toda presentación inicial, en la que seguramente puede haber errores y ganará, precisamente, el que menos se equivoque, el “Decano” no debe de salirse de su libreto, el de mantenerse como equipo laborioso, de conjunto y dependiente de sus 11 hombres. “Siempre dije que para ganar hay que dar el 110%”, sostiene Zielinski, en una declaración que habla que lo de Atlético es el trabajo mancomunado y que tirarse a chanta podría ser el peor error de todos.
Feliz de sumarse al “Decano”
Final feliz, así puede describirse el cierre de la negociación entre Atlético y Ramiro Carrera. “El fútbol argentino en una vidriera y Atlético una gran chance para volver a jugarlo. Espero dejar mi propia huella”, le confesó a LG Deportiva el carrilero por derecha, tras la firma del contrato.
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