Glass: entrecruce de personajes misteriosos

La maestría narrativa de M. Night Shyamalan para crear suspenso y sorpresa hasta la última escena y proponer algo distinto en cada uno de sus filmes es su sello distintivo desde la ya clásica “Sexto sentido”, estrenada en un lejano 1999 y por la cual se lo nominó a mejor director y guionista en los Oscar (fue la única vez que estuvo postulado a los máximos galardones del cine hasta el momento). Su momento de gloria parecía habérsele escapado de la mano hasta que volvió al primer plano hace dos años. La expectativa global por “Glass”, su nuevo estreno, lo posiciona otra vez en el estrellato.

Manoj Nelliyattu Shyamalan (su nombre indio original) fusiona historias de dos de sus filmes anteriores con ritmo de policial en la propuesta que llega hoy a los cines argentinos. En sí misma, la propuesta desafía el tiempo, ya que los personajes centrales de cada trama que se entremezclan en esta producción, tienen mucha distancia entre sí: por un lado, reaparece Bruce Willis, el sobreviviente que se pregunta cuál es su objetivo en el mundo en “El protegido” (estrenada en 2000), con quien también regresa Samuel L. Jackson; y por el otro, James McAvoy, el tortuoso criminal de múltiples rostros de “Fragmentado”, la última película del creador.

Así, Willis vuelve a interpretar al guardia de seguridad David Dunn, ahora en la persecusión del asesino Kevin Wendell Crumb (McAvoy), La Bestia, quien se desdobla en 23 temibles personalidades distintas. Entre ellos se suceden una serie de encuentros cada vez más intensos, mientras crece la figura del frágil Elijah Price, conocido como el señor Glass (a cargo de Jackson), quien los maneja como títeres y reúne datos secretos de ellos.

La última escena de “Fragmentado” ya había anunciado este esperado entrecruce entre seres misteriosos, con dudas existenciales e historias personales donde siempre hay algo ausente. El misterio es el alimento que nutre al cineasta y obsesiona a sus seguidores.

El director y guionista confesó a los medios europeos que su idea desde el inicio era hacer una trilogía entre las tres películas, que ahora cierra. “Hay una sensación de reflejar mucho. Fue casi como si no hubiera querido hacerlo durante 15 años y luego empecé a abrir mi mente a una voz que me decía ‘oye, volvamos a esos personajes y terminemos de contar esas historias’”, explicó. Buena parte de sus miedos se basan en hechos cotidianos; no por casualidad declaró el año pasado que “nada hay más terrorífico que una cena familiar”.

“Glass” también está protagonizada por Anya Taylor-Joy, la joven actriz nacida en Estados Unidos y cuya infancia transcurrió en la Argentina, país de su padre, al punto que su primer idioma fue el castellano. Su rostro se hizo conocido en películas de terror (protagonizó “La bruja”) y vuelve a componer a Casey, una de las tres adolescentes secuestradas por Crumb en “Fragmentado”. La acompaña la actriz de “American Horror Story”, Sarah Paulson, como una psiquiatra que trata a los personajes principales. “Los tres están rotos de algún modo: uno se convierte en justiciero; otro en bestia vengadora, y el último en genio criminal”, sintetizó McAvoy.