Un gol de media cancha, así puede describirse el inesperado, pero esperado cierre de la venta de Guillermo Acosta a Lanús. “Bebe” se fue de Tucumán hace ya una semana y se vistió de “Granate” después de superar la revisión médica y de ponerse a trabajar a la par del resto de sus nuevos compañeros. Sin embargo, la formalidad desde donde se lo reconocía como nuevo futbolista del equipo de Luis Zubeldía no fue consumada hasta recién ayer, cuando se asentó el sello de “pagado” en el contrato de venta con Atlético, ocasión que empujó a enviar la habilitación final del volante todoterreno. Eso habla, a las claras, de la gran relación entre ambas instituciones y de la cintura de los negociadores de 25 de Mayo y Chile. Supieron esperar hasta último momento y dar el golpe de gracia.
¿Por qué? Nada cambió en cuanto al ingreso de dinero que vendrá vía home banking a la cuenta bancaria del estadio Monumental. Lo que cambió fue la forma y las porciones de la torta que se llevó Lanús: finalmente, Atlético no vendió el 100% del pase del nacido en Banda del Río Salí, se desprendió del 70% por la cifra recientemente publicada por LG Deportiva y confirmada por la directiva en una conferencia de prensa: U$S 800.000 limpios para el “Decano”. Es decir que la operación completa constó de algo así como U$S 1,2 millón brutos, que luego fueron desinflándose por los descuentos pertinentes referidos a pagos de impuestos, comisiones y otras cuestiones obligatorias.
La trama del golazo de media cancha comenzó a barajarse después de una propuesta que quedó stand by: a modo de evitar quedarse con todo el paquete accionario de Acosta a un precio superior por el que estaba pagando, Lanús entregó una lista de cuatro futbolistas, con el fin de tentar a Ricardo Zielinski. Uno de ellos era Fernando Barrientos, que fichó el viernes para San Martín.
En un principio, la idea no era descabellada. “Dejamos un paréntesis abierto en la discusión sobre el tema. Lo importante era la resolución final, que Acosta sea jugador de Lanús, porque Acosta nos pedía eso”, le comenta Miguel Abbondándolo a LG Deportiva, el dueño de la medalla dorada en este caso. Abbondándolo fue el que mantuvo vivo el 30% de la ficha de Acosta, para el futuro de Atlético.
De los jugadores que había en carpeta, a Zielinski no le cerraba ninguno. Barrientos, hasta por ahí nomás, pero tampoco lo volvía loco. El técnico pidió unos días para resolver acerca de su decisión. Esos días se redujeron a este sábado que ya pasó. “Nos dijo que no iba a necesitar absolutamente nada, que estaba muy conforme con el plantel. Ese fue nuestro pie para concluir y dar por sellado el trato con Lanús”, agrega Abbondándolo.
Al no hacer uso de la opción del préstamo sin cargo, Atlético presionó para que el supuesto dinero que podría costar la cesión de un futbolista del “Granate” se transforme en puntos positivos en una futura venta de “Bebe”. Así fue cómo el “Decano” dio cátedra y se quedó con un 30% del pase del polifuncional.
No sólo eso, hay más. La letra chica de la cesión final habla de una prioridad de cobro en una posible transferencia de Acosta siendo ya jugador de Lanús. Esto quiere decir que si Lanús vende a “Bebe”, Atlético cobrará el 30% que tiene. En caso de que Lanús no venda la totalidad del pase, se hará un pago proporcional para ambas instituciones. Esto es así: si Lanús se desprende del 50%, Atlético hace lo propio con los puntos que dispone de Acosta. O sea que Atlético cobraría sobre un 15% del 30% que dispone. “Creemos que hemos cerrado un trato fantástico”, sostiene Abbondándolo. Algo de verdad hay.
Que no se vaya nadie
Así como festeja el final feliz de la novela de Acosta, Abbondándolo y la CD están abocados en proteger el patrimonio humano restante. “Nuestra postura y deseo es no vender más jugadores del actual plantel”, sostiene el dirigente. El libro de pases cierra el jueves previo al reinicio de la Superliga, es decir, el jueves 24 de enero. Hasta las 20 se pueden inscribir futbolistas, eso quiere decir que a Atlético le quedan 12 días de continuar “atajando penales” con tal de no quedarse sin Rodrigo Aliendro y compañía.