Terminó la secundaria. Siembre iba de visita para ver a sus abuelos. En un momento del domingo previo al fin de año se desencadenó la tragedia familiar y nadie salía de su asombro. Ni siquiera Víctor Hugo Peralta, cuñado de la víctima, Juan Carlos Rodríguez, que, en todo momento del relato, defendió al joven. “Es un buen chico; no tiene vicios ni nada. Era sano”, expresó a LA GACETA.
Peralta contó que, cuando se desencadenó el hecho de violencia, estaba durmiendo la siesta. “Él (por Rodríguez) ya era agresivo con su esposa”, acotó. El hombre continuó con su testimonio. “Estaba escuchando radio deportiva y entonces vino mi sobrino y dijo que se mandó una macana; estaba muy asustado. El propio padre dio aviso a la Policía”, indicó.
Peralta señaló que desde el mismo domingo, el adolescente se encuentra alojado en el Instituto Roca. “Yo vivía en Taco Ralo y hace poco me vine a vivir a esta zona; crío chanchos y uno nunca se imagina que esto podía llegar a pasar”, agregó.
El cuñado de la víctima expresó que su hermana se había jubilado como ama de casa y que estaba en tratamiento por un problema de salud que venía desde hace algunos años. “Mi hermana está destruida y ahora no sabemos qué sucederá con nuestro sobrino”, señaló.
Según cuenta Peralta, por decisión familiar no hubo velorio. El cuerpo de Rodríguez fue trasladado ayer hacia el cementerio Jardín, ubicado en la zona.
El tío del joven, visiblemente conmocionado por la situación, recordó: “jamás pasó algo así en esta familia. Mi sobrino es una excelente persona. Lamentablemente, ahora depende de la Justicia”.
El caso
“Tío, me mandé una macana; lo maté al abuelo”, le habría confesado un adolescente de 17 años a Víctor Hugo Peralta. El chico le habría disparado con una escopeta a Juan Carlos Rodríguez, de 67 años, para impedir que le siguiera arrojando insecticida a su abuela, según fuentes policiales.
El crimen ocurrió en el interior de una precaria vivienda de Bella Vista. El muchacho había ido a visitar a los ancianos, como lo hacía todos los domingos.