Divulgadores de la cultura destacan 
que sigue vigente 
el “tête-à-tête”

María Virginia Ríos, conocida como “Viky”, es directora del Centro Cultural “Eugenio Flavio Virla”. Allí comenzó en 1985 como encargada de prensa y lentamente fue desarrollando un circuito y una manera de difundir la cultura que hoy es implementada por muchos colegas. Un año después, Carlos Diez inició su tarea como locutor y conductor en Radio Nacional Tucumán. Por su programa desfilaron numerosos artistas locales, nacionales e internacionales.

“Difundir las actividades artísticas era realmente bastante complejo. Trabajábamos con máquinas de escribir: era apasionante. Empecé con toda esta movida porque me daba cuenta de que no circulaba la información. Entonces, visité a todos los medios de prensa y tomé los nombres de cada uno. Hacía una gacetilla; la tipeaba; sacaba fotocopias; juntaba de a dos o tres espectáculos o congresos, y mandaba toda la información en un sobre. Lo bueno de esa época era el vínculo que una tenía con el periodista. De esa época vienen mis mejores relaciones. Muchos de mis grandes amigos son periodistas”, afirma “Viky” Ríos.

Carlos Diez cuenta con un dejo de nostalgia: “cuando arranqué en la radio todo era más difícil. Nuestras transmisiones de exteriores, conciertos, recitales y festivales eran por VHF. Tenía mucho de pasional. Al aparecer otros tenores de calidad en la transmisión, aparecen también los productores o los propios protagonistas que quieren reemplazar la interpretación en directo y el acústico por versiones que te mandan ya digitalizadas a tu página, en audio comprimido. Llega un punto en el que muchas notas que uno quisiera producir en forma instantánea se tienen que producir mediadas por vía telefónica, y eso de verdad le quita por lo menos el 50% de la calidad y calidez que puede tener la entrevista tête-à-tête con el protagonista”.

Ríos recuerda que en su época el artista podía venir por lo menos un día antes y que ella debía acompañarlo a “hacer” prensa. “Al acompañarlo le dabas un aval ante el medio al que lo llevabas. Los periodistas sabían que tu trabajo era serio, que lo que les presentabas era serio. A mí me tocó trabajar con ‘China’ Zorrilla o con ‘Pepito’ Cibrián, y hacer tardes enteras de radio sin ningún problema. Yo pautaba las notas y ellos totalmente dispuestos iban a todas. Muchas veces organizábamos ruedas de prensa. Eran hermosas: a mí me emociona recordarlo porque veo que eso un poco se perdió”, comenta la directora del Centro Cultural. Diez coincide: “en la radio podíamos hablar, sentir, transpirar, olernos y saber al aire qué siente esa persona. Ahora no los termino de conocer”.

La era digital introdujo avances, pero también confusiones, según estos pioneros en el oficio de divulgar la cultura. “A veces alguien cree que ‘tiene agenda’ porque cuenta con muchos contactos. No, tener agenda es que ese medio de prensa abra tu correo porque sabe que estás mandando algo serio y confía en vos. Estas relaciones no se hacen de un día para el otro, sino que se van construyendo. Es como un círculo virtuoso que se construye entre el que comunica, el que recibe la información y el artista”, sostiene “Viky” Ríos.

Carlos Diez insiste en que nada suplanta al hecho de poder estar frente a frente con el protagonista. “Eso es irrepetible, increíble y por eso uno recuerda con tanta vehemencia el momento que entró al estudio determinado personaje, cómo entraba, cómo estaba vestido -destaca-. Yo creo que ese tipo de imágenes no pueden ser suplantadas por cosas que autentican, colaboran y optimizan la comunicación”.