Muy pocos pueden jactarse de conocer realmente lo que significa competir en más de una o dos categorías del fútbol argentino. Más difícil resulta encontrar quien haya jugado en todas. En Tucumán sólo puede contarse a uno. A Guillermo Acosta, su familia empezó a llamarlo “Bebe” -sin acento- cuando aún era un niño. Por entonces, mientras pateaba una pelota con sus amigos del barrio El Palomar, de Banda del Río Salí, todo en su vida eran sueños: de convertirse en profesional, de jugar en Primera. Hoy, a sus 29 años, no sólo los cumplió sino que los superó ampliamente, al punto de haber llegado a integrar uno de los ocho mejores equipos de América. Hoy, en el mejor momento de su carrera, el crack quiere un poco más. "Sueño con estar en la Selección", se ilusiona.
Acosta no jugó en muchos clubes, pero recorrió las seis categorías que van del fútbol amateur a Primera -hoy, Superliga-. El camino comienza en la Liga Tucumana. Luego de ganar este torneo, pasó a jugar los torneos federales -antes conocidos como Argentinos C, B y A. Sigue la “B” Nacional y, finalmente, la máxima división del fútbol argentino.
Durante todo ese recorrido, Guillermo vivió momentos determinantes. Algunos, coronados con una victoria; otros, asociados a una derrota o a una lesión. Pero todos, y cada uno de estos, significaron un ladrillo con el cual él construyó la experiencia que hoy ostenta.
“Perdí una final de la Liga, contra San Fernando de Leales. Ganamos 2-1 la ida, y caímos 1-0 en la revancha. Perdimos por penales”, recordó. Esto habría puesto en jaque el sueño de cualquiera; pero no el de “Bebe”. Y no pasaría mucho hasta que lograría el ascenso al Argentino C con Atlético Concepción. Con el “León” bandeño también llegaría al Argentino B.
En esa categoría, aunque con la camiseta de San Jorge, reviviría la sensación de perder una final, por el ascenso al Argentino A. El “Expreso Verde” cayó ante Huracán de Las Heras; pero todavía no estaba todo perdido: ganó la Promoción.
Por entonces, el Argentino A recibía la atención de muchos hinchas tucumanos. Además de San Jorge, allí competía San Martín; y hasta no mucho tiempo atrás, también Atlético lo había padecido. “En San Jorge fue mi momento más ‘goleador’. En un solo torneo hice 16 goles”, contó. Y recordó los cruces contra el “Santo”, que le significaron más alegrías que disgustos: “¡recuerdo cómo hicimos sufrir a San Martín!”
Su notable rendimiento y sus goles lo pusieron en la mira de muchos equipos de la región. En especial, de San Martín y de Atlético. “Elegí el ‘Decano’ porque quería apostar a mi crecimiento; y en ese momento, institucionalmente, Atlético estaba mejor y jugaba la B Nacional, mientras que San Martín lo hacía en una categoría inferior”, precisó. Acosta se sentía mentalmente muy fuerte y confiado. Sabía que si jugaba un par de buenos partidos podía dar un salto y pelear la titularidad en cualquier equipo.
Gran frustración
A finales de 2014, el entonces presidente de la AFA, Julio Grondona, tomó una inédita e histórica decisión: el torneo de Primera pasaría a incluir de 20 a 30 equipos. Esto implicaba, entre otros, que la B Nacional debía otorgar 10 ascensos. Y esto generó una enorme expectativa en los clubes que disputaban esta categoría; entre estos, Atlético. Pero el equipo no logró ninguna plaza. Y el plantel, incluido Acosta, vivió un momento duro. Sin embargo, como ya antes había sucedido, pronto volvió a salir el sol para el club de 25 de Mayo y Chile: en la temporada siguiente, Atlético volvió a Primera. “Con (Juan Manuel) ‘Vasco’ Azconzábal ganamos el torneo de punta a punta. Lo merecíamos”, afirmó el todoterreno, que tuvo un rol protagónico en un momento histórico para el fútbol tucumano: Atlético es el primer equipo de la provincia que logró mantenerse en la máxima categoría. “Hicimos historia en el club y en Tucumán, ojalá sigamos aquí muchos años más”, anheló.
La necesidad de sumar para engordar el promedio terminó premiando a Atlético con la histórica clasificación a la Copa Libertadores. Con ello, Acosta no sólo había completado el recorrido por todas las categorías del fútbol argentino sino que iniciaba su paseo por el continente. Porque aunque el “Decano” no superó la fase de grupos en la edición de 2017, logró un cupo para la Copa Sudamericana. “Perdimos un partido casi ganado contra Independiente (finalmente, el campeón). En ese torneo no pude hacer goles; pero igual fue un sueño. Lo jugué desgarrado”, puntualizó.
El torneo que faltaba
La Copa Argentina también representó momentos importantes para “Bebe”. El año pasado logró el subcampeonato al perder la final contra River, que ya estaba clasificado para la Libertadores 2018. Entonces, Atlético terminó ganando una plaza y haciendo historia, al llegar hasta cuartos de final. Y Acosta siguió agrandando su palmarés. “Sueño con estar en la Selección. Sé que hay muchos y muy buenos jugadores por el mundo, pero no pierdo las esperanzas”, admitió. Atlético se mantiene en puestos de copas continentales, por lo que “Bebe” sigue con chances de mostrarse, a la espera de una convocatoria.