23 Diciembre 2018
PLAYAS QUE CONVOCAN MULTITUDES. Postal de una playa brasileña, una de las tantas que atraen a miles de argentinos cada verano. archivo
El mar más cálido, escuchar otro idioma, comer delicias de otras latitudes... Teniendo en cuenta eso y las distancias, en el radar del turista argentino siempre está presente Brasil. Y es Río de Janeiro la ciudad más elegida, según indican los buscadores especializados en vuelos y alojamiento. Luego siguen Florianópolis, Camboriú, Bombas y Bombinhas y Buzios.
La “Ciudad maravillosa” es una fija en las fotos de las redes sociales de los argentinos y fue la más elegida para estas Fiestas que ya llegan. Se la reconoce de inmediato por esa peatonal ondulante en blanco y negro (la orla de Copacabana), que recorren muchos jóvenes y parejas. En ese lugar de Río de Janeiro, el 31 a la noche, se reúnen miles y miles de personas para celebrar el Año Nuevo. De hecho, en 2017/2018 asistieron más de 2 millones vestidos casi todos de blanco.
Deportes y familia
Las dos playas más conocidas son Ipanema y Copacabana, en las que se puede hacer de todo, desde surf y otros deportes hasta juegos acuáticos. Otras playas más familiares son las de Leblón o Botafogo. Los puntos turísticos más visitados son el barrio de Lapa y los tranvías de Santa Teresa, el Sambódromo, el paseo al Corcovado hasta los pies del Cristo Redentor y el teleférico del Pan de Azúcar donde se consigue las vistas más increíbles de la ciudad.
Muy cerca
A Florianópolis los argentinos se le animan. Es decir, se van en auto aunque el recorrido implica más de 2.000 kilómetros. En el último verano, según el diario Clarín, el 24,9 % de los visitantes eligió la capital de Santa Catarina, ubicando al destino en el primer lugar de las preferencias. La cifra incluye a quienes pernoctaron al menos una noche en alguno de sus balnearios.
Un argentino que vive en Florianópolis comparte precios en su sitio web (Cybersale.com) para advertir a los turistas sobre cómo viene la mano en ese país. “Cocinar en el hospedaje es ahorrar un 50%”, opina Pablo José Acuña. En sus publicaciones aclara que cenar afuera, por persona, puede llegar a costar unos 40 reales (396 pesos argentinos); en la calle, al paso, cuando uno va de paseo y tiene hambre de repente, los carritos pueden ser una salvación: un pancho con Coca Cola cuesta 10 reales ($ 99) y una hamburguesa con la misma bebida, 7.50 reales ($ 74).
La ciudad se encuentra dividida entre la isla de Santa Catarina y el continente. Se unen entre sí a través de dos puentes; uno de ellos es el de Hercilio Luz que se ha convertido en uno de sus emblemas. Mientras que las playas más visitadas son las del norte, como Jurerê Internacional, Canasvieiras o Ingleses do Rio Vermelho.
Se dice que si un visitante va a Camboriú, que se encuentra a 83 km de Florianópolis, no puede no caminar por la avenida Atlántica, mientras observa los altos edificios que hay en su litoral y hace una parada en los cientos de restaurantes que ofrece el balneario. Además, es conocida su perfecta combinación de exuberante naturaleza (resaltan la belleza de la Praia dos Amores), con la vida nocturna y el circuito de compras en shoppings y outlets.
Para hacer un recorrido por las diferentes playas (Praia Central, Laranjeiras, Taquarinhas y Taquaras) se puede tomar la carretera Interpraias, que las conecta y que, durante el paseo, se pueden tomar las mejores fotografías en los miradores que ofrece cada curva.
Cuidados
En algunos destinos de Brasil rige la recomendación de vacunarse contra la fiebre amarilla, especialmente para los estados de Río de Janeiro, San Pablo y primera región de Espíritu Santo y Bahía. También para los estados del sur, Santa Catarina, Parana y Río Grande do Sul. Es importante hacer primero la consulta con el médico para evaluar la necesidad de la vacuna según el destino y las condiciones del paciente.
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