Es la puja que se observa cada año para esta época. Los comerciantes que dicen que sí abrirán sus locales comerciales para aprovechar el "veranito" del consumo navideño y recuperar parte del terreno perdido en un año difícil para la economía. Del otro lado, los sindicalistas de la actividad, que dicen que no permitirán que los empleados desempeñen tareas en una jornada dominical, al ser una jornada no laborable. Anunciaron, además, que se movilizarán por el centro para controlar que los mercantiles no vayan a trabajar. Así lo expresó el secretario de asuntos gremiales del sindicato de Empleados y Obreros del Comercio (SEOC), Juan Arismendi.
Explicó que no se llegó a ningún acuerdo en la reunión que mantuvieron esta mañana con los empresarios de comercio, en la que se discutió la actual situación. Arismendi asegura no se espera que haya cambios en la decisión.
“Si el gobierno llegara a dar la garantía de que se les va a pagar a los comercios, entonces podrían abrir; pero ese no es el caso”, contó en una charla con LA GACETA.
Arismendi informó que habrá movilizaciones para controlar que se respete la directiva. “Si hay un local abierto le vamos a decir que se retiren”, advirtió.
Supermercados y shoppings
Del otro lado del mostrador, el referente de los comerciantes del microcentro, Raúl Fioretti, confirmó que el comercio atenderá mañana al público de 9,30 a 13,30 y de 17,30 a 21,30. Los hombres de negocio consideran necesario apuntalar las ventas, tomando en cuenta el anuncio de la Casa de Gobierno que, hasta los primeros días de enero, se volcarán unos $ 11.800 millones al circuito comercial tucumano, sólo con el pago de sueldos y medio aguinaldo a los agentes públicos. De hecho, esta situación causó que en los últimos días los bancos repusieran más dinero que siempre en los cajeros automáticos para abastecer la demanda de dinero en efectivo.
A su vez, los supermercados y shoppings abrirán en horario regular. Según el gremio de los empleados de comercio, el lunes 24 el horario sería de 9 de la mañana hasta las 16:30 horas. Los comerciantes reclaman al Poder Ejecutivo que garantice la seguridad y la libertad de trabajo para aquellos empresarios que quieran abrir mañana sus negocios. En algunos casos, será atendidos por sus propios dueños.