El calor y la humedad son una mala combinación por propiciar la aparición de aquellos insectos que llegan con el verano. Entre ello se encuentran los alacranes, de los más comunes en Tucumán.
A horas de haber comenzado la estación favorita de los también llamados escorpiones, lo más recomendable es tener en cuenta medidas para prevenir incidentes, como desinfectar y revisar exhaustivamente los hogares.
Cómo eliminar los alacranes de los hogares
- Colocar rejillas de trama fina en todos los resumideros (baño, patio cocina, etc) y mantener tapados los desagües de piletas y bañaderas.
- Fumigar la vivienda periódicamente (mínimo dos o tres veces al año).
- Revisar y sacudir la ropa y el calzado antes de usarlo.
- Evitar caminar descalzo.
- Evitar que la ropa de cama entre en contacto con el piso.
- Eliminar elementos en desuso.
- Retirar escombros, maderas, ladrillos
¿Cómo actuar tras una picadura?
Teniendo en cuenta que lo primero siempre es concurrir a un servicio de salud, ya que la picadura puede provocar un cuadro clínico leve, moderado o grave, se deben controlar los signos vitales, la frecuencia cardíaca y respiratoria, y signos neurológicos. Debe haber un control mínimo de tres horas.
Antes de partir al centro asistencial más próximo, hay que lavar con agua y jabón la zona de la picadura y aplicar hielo.
Según el "Programa de Animales Ponzoñosos", creado por el Ministerio de Salud en 2008, es recomendable recolectar al alacrán, vivo o muerto y conservarlo en alcohol para así poder identificar y determinar la peligrosidad del insecto en el hospital.
Dónde viven y cómo se alimentan los alacranes
Las dos especies ponzoñosas que habitan en Tucumán tienen distinta toxicidad: son el Tityus trivittatus y Tityus confluens.
Se trata de alacranes nocturnos, viven en lugares oscuros y húmedos de las casas (como cocinas, baños, lavaderos y cañerías). Su alimentación se basa en arañas, cucarachas, langostas y otros insectos.