La joven de 19 años que denunció haber sido drogada y abusada sexualmente en La Ciudadela volvió a presentarse en Tribunales. Aportó más detalles y dio precisiones sobre el ataque que sufrió el 8 de diciembre. Por el caso están detenidos tres hombres. En la Justicia también buscar confirmar los hechos en los que otras dos chicas podrían haber sufrido el mismo delito.
La joven dijo que fue a bailar a un boliche de Yerba Buena y de allí a un after. A través de una red social se comunicó con un amigo, Facundo Ale, con quien acordó que él la pasara a buscar. Luego fueron a tomar algo. Denunció que en el camino Ale habría intentado besarla, pero que ella se resistió. Luego de aclarar la situación, ambos se dirigieron hacia un galpón de la familia Ale en La Ciudadela, en La Madrid al 1.900.
Allí hicieron un asado. Según dijo ella, perdió el conocimiento durante la comida y se despertó cerca de las 18, con otra ropa, en una humilde vivienda de Bolívar y Matienzo. Regresó a su casa y le contó lo ocurrido a su madre.
Fue revisada por un ginecólogo que le recomendó que hiciera la denuncia porque presentaba signos de haber sido abusada.
La joven presentó la demanda el lunes de la semana anterior, y el martes la ratificó en la fiscalía especializada en delitos contra la Integridad Sexual, que conduce María del Carmen Reuter. La hipótesis que se maneja es que la joven podría haber sido drogada; y después, aprovechando que estaba inconsciente, fue atacada sexualmente. Como prueba, en el expediente hay una fotografía (que alguien le envió a la madre de la chica) en la que aparece uno de los sospechosos abrazando a la joven, inconsciente, en una cama.
Policías de la seccional 3ª y de la División Delitos contra las Personas detuvieron a Facundo Ale, hijo de Ángel “El Mono” Ale, a Fabián “Spiri” Díaz y a Martín Kermes, quienes estuvieron en el asado.
Ale, según confirmaron fuentes judiciales, habría negado su participación en el hecho. Su abogado, Ricardo Fanlo, le dijo a LA GACETA que no hará declaraciones hasta tanto se avance en la investigación. Los otros dos se habrían defendido de las acusaciones y habrían intentado despegar a Ale del hecho, pero habrían incurrido en contradicciones.
“Spiri” Díaz es un barrabrava que en 2009 se había hecho cargo del homicidio de Roberto Cabrera. Sin embargo, al año siguiente, se presentó ante la Justicia para denunciar que, presionado por “El Mono” Ale y por Rubén “La Chancha” Ale, había realizado esa confesión, cuando en realidad el autor había sido Eduardo Ale, hermano del actual imputado por el caso de abuso. El caso espera aún fecha de juicio oral.
Por otro lado, fuentes judiciales confirmaron que se aguarda que se presenten a declarar al menos dos chicas que habrían sufrido ataques sexuales y que por temor no se atrevieron a denunciar. Ellas también podrían haber sido drogadas antes de ser sometidas por al menos uno de los detenidos. Reuter espera recibirles testimonio. También podría contar con los resultados de las pericias que ordenó realizar en el marco de la investigación del caso.