Por Martín Soto
17 Diciembre 2018
INCERTIDUMBRE. De no haber un acuerdo, la huelga afectaría el servicio de todas las líneas de ómnibus. la gaceta / foto de franco vera
Saber si mañana habrá o no transporte público dependerá de lo que suceda en el encuentro que mantendrán hoy las autoridades de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat) con las de la Unión Tranviarios Automotor (UTA). Las partes fueron convocadas a las 12, en la Secretaría de Trabajo.
Desde el gremio anticiparon que impulsarán un nuevo paro de colectivos mañana, si es que las empresas no abonan dos ítems adeudados -unos $ 7.000 por trabajador-. El sector empresarial, en tanto, explicó que no cuentan con los fondos para hacer frente a estos compromisos y que requieren una ayuda económica de $ 100 millones. En caso de no llegar a un acuerdo, por la tarde habrá una asamblea en la sede UTA para definir la modalidad de una medida de fuerza que afectaría el servicio de las líneas urbanas, interurbanas y rurales.
El titular de la UTA, César González, manifestó a LA GACETA que la situación en el transporte público es crítica. Solicitó a la Municipalidad y al Gobierno “que tomen cartas en el asunto” para destrabar el conflicto y afirmó que están muy preocupados, ya que temen que se profundice la crisis en el transporte público. En ese sentido, el dirigente gremial remarcó que mañana vence el plazo para el abono del medio aguinaldo.
“En principio, no tengo muchas expectativas (respecto a la audiencia de hoy). Creo que esta situación, más que solucionarse va camino a agravarse. Porque ya no se va a adeudar solamente la reliquidación de noviembre ($ 3.200) y la suma no remunerativa ($ 3.814), sino que va a entrar el sueldo anual complementario. Cada vez se va a hacer mucho más difícil”, expresó González.
“No es una isla”
El vicepresidente de Aetat, Jorge Berreta, había expresado que no les será posible regularizar los pagos sin un subsidio extraordinario por $ 100 millones. “Es indispensable un préstamo generado por el Gobierno o una asistencia financiera, porque sino tendremos un diciembre y un enero de terror. Más del 70 % del transporte se caerá en enero, y se perderán fuentes de trabajo”, dijo el empresario.
González, en tanto, respaldó la postura empresarial. “Es verdad lo que plantean. La actividad no es una isla; está sufriendo las consecuencias de la situación económica que está atravesando el país. Por ende, le afecta a la actividad”, analizó el secretario de UTA.
Entre los subsidios que la Nación dejará de otorgar a las empresas provinciales a partir de enero, cesará el que abarataba el gasoil. El litro, que actualmente se paga a $ 10,50 pasará a $ 44, que es el precio en el surtidor. Según Berreta, las empresas tucumanas consumen unos 3,6 millones de litros de gasoil, lo que representará una diferencia de $ 79,4 millones extras de gasto desde el primero de enero.
Los empresarios consideraron necesario que se reúnan todos los actores del transporte para definir políticas públicas y buscar el modo de sostener el servicio. “El valor técnico de la tarifa, con los subsidios comprometidos por Nación y Provincia, nos da un boleto mínimo a $ 28,50 (el valor actual es de $ 15,50). Sabemos que el usuario no puede pagarlo”, reflexionó Berreta.
El vicepresidente de Aetat manifestó también que no les alcanza el compromiso de la Provincia de sostener con fondos propios $ 1.500 millones de los $ 2.200 millones de subsidios nacionales que cesarán en 2019.
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