• Fecha 1, con Independiente: a instancias de sus colaboradores, Facundo Tello convalida dos goles en fino off side a favor del “Rojo” y además le otorga un penal inexistente.
• Fecha 6, contra Argentinos Juniors: Fernando Echenique no le concede un clarísimo penal que podría haber cambiado la historia de ese juego.
• Fecha 12, con Patronato: Fabricio Llobet le “regala” dos penales al “Patrón”, que le permite sacar una clara ventaja.
• Fecha 14, contra Atlético: Fernando Rapallini sanciona un penal “dudoso” para el “Decano” y además omite tres claros penales a favor del “Santo”. Además, carga de amarillas a la visita.
• Fecha 15, con Newell’s: Silvio Trucco amonesta mal a Rodrigo Moreira, a quién luego terminaría expulsando y anula un gol a Emiliano Purita, tomando un criterio totalmente diferente en una situación casi idéntica a la del primer gol de la “Lepra”.
Esos fueron algunos ejemplos de los juegos en los que San Martín tuvo que remar contra la corriente; superar al rival de turno y a las pésimas tareas de los jueces que en la primera parte del torneo fueron casi una “piedra en el zapato” para los de Bolívar y Pellegrini.
Salvo en el clásico contra Atlético, el “Santo” no pudo vencer en ninguno los otros juegos donde fue perjudicado. Acumuló dos derrotas y dos empates; panorama que hoy, quizás, podría resultar sido diferente si en el camino no aparecían esas tareas negativas que aportaron para que la causa sea tan cuesta arriba.
Eso por citar algunos casos, porque salvo en el juego contra Talleres en Córdoba, San Martín casi no tuvo partidos en los que los árbitros tuvieron tareas correctas.
Por eso, teniendo en cuenta que los dirigidos por Gastón Coyette se jugarán la vida en las últimas 10 fechas, en La Ciudadela deberán tener los ojos más abiertos que nunca. La comisión directiva deberá buscar la manera de que no se repitan esos casos que en la primera parte de la Superliga le impidieron sumar algunos puntos más. Sí, un problemita que no deben dejar pasar por alto.