Familias ensambladas: cómo consensuar y organizar la reunión de estas Fiestas

¿Para las fiestas es posible reunir a tus hijos, los míos y los nuestros? ¿Conviene pasar la Navidad todos juntos o cada uno por su lado?... estas preguntas surgen año tras año al momento de organizar la celebración navideña o de fin de año. La premisa es lograr que la reunión termine “sanamente y en familia”.

Todo parece indicar que preparar arrollados de pollo, torres de panqueques salados, matambres mechados y llenar la casa de guirnaldas no es suficiente para garantizar una fiesta en paz. Es que cuando de Navidades ensambladas se trata hablamos de empalmar tradiciones, ajustar expectativas y amoldar deseos. A veces sale mejor, a veces no tanto. Todo es aprendizaje, hay que aprender a ceder y siempre hay un nuevo año para tener la revancha. Al respecto el psicoanalista Martín Lix Klett asegura que el anhelo de la “unión familiar” es una de las fantasías más arcaicas que sostenemos como ilusión. “De allí lo decepcionante -dijo Lix Klett-, cuando esta fantasía trastabilla con la realidad. Lo que no implica que ‘cierta unión’ sea posible. Pero lo es sólo bajo la condición de soportar las diferencias y la incompletud de uno mismo”, agregó.

Asimismo afirma que ante las proximidad de las fiestas, cabe preguntarnos si las pondremos al servicio de la intolerancia al otro o más bien las ubicaríamos del lado más amable y fraterno.

“Cualquiera sea la conformación de la familia, tradicional o en sus nuevos modos, lo que determinará la festividad, la paz y la relación sana entre los miembros estará basado en no querer borrar lo particular de cada uno”, advirtió.