Un viejo deseo electoral de los dirigentes peronistas del interior volvió a levantar vuelo en la antesala de los comicios provinciales de 2019. ¿Pueden llegar a elegirse legisladores por departamento en Tucumán?
La Constitución provincial estable las bases del régimen electoral. Allí, en el artículo 43 (inciso 9), establece que para la elección de los 49 parlamentarios se tomarán en cuenta tres secciones: capital, este y oeste. La II comprende a los departamentos de Trancas, Burruyacu, Cruz Alta, Leales, Simoca y Graneros. La III, a Tafí Viejo, Yerba Buena, Tafí del Valle, Lules, Famaillá, Monteros, Chicligasta, Río Chico, Alberdi y La Cocha. A la Capital le corresponden 19 bancas; al Este, 11; y al Oeste, 18.
Al estar establecido en la Carta Magna, sin una reforma constitucional resulta inviable modificar el mapa de la representación territorial. Sin embargo, la idea de elegir legisladores por departamentos seduce desde hace tiempo al peronismo; al punto que fue analizado antes de la Convención Constituyente de 2006 y durante el período de discusión de las reformas electorales entre 2016 y 2017. De hecho, a principios de año un grupo de legisladores, encabezados por el ex vicegobernador Fernando Juri, propuso crear "subsecciones". El mapa elevado por estos miembros del PJ-Tucumán Crece proponía un rediseño particular: “Capital Norte”, con ocho legisladores, y “Capital Sur”, con 11 (totalizan 19); “Este Norte”, con siete representantes y “Este Sur”, con cinco (suman 12); “Oeste Norte”, con siete parlamentarios, “Oeste Centro”, con seis, y “Oeste Sur”, con cinco (totalizan 18).
¿Se está hablando en el oficialismo de una reforma constitucional? Para nada, pero sí se analizaron alternativas en la última reunión que mantuvieron Juan Manzur y Osvaldo Jaldo con la quincena de intendentes peronistas. Aquella noche en la casa del gobernador, el martes pasado, se barajaron opciones para aceitar el entramado territorial del Partido Justicialista en los comicios de 2019. El responsable del extremado celo que muestra la Casa de Gobierno es el senador José Alperovich, decidido a disputar la Gobernación por fuera del PJ.
Quien lanzó la idea de reflotar la representación por departamento fue el mismísimo Sergio Mansilla, quien había acudido a ese mitin porque su esposa, la intendenta de Aguilares Elia Fernández, no estaba en la provincia. El ex senador sugirió que una posibilidad para fidelizar el voto peronista en el interior sería armar un acople por cada departamento, además de la boleta oficial. De esa manera, los principales referentes territoriales de cada zona encabezarían las nóminas y traccionarían a los dirigentes de base. El argumento es el que siempre utilizan los detractores de la división en tres secciones electorales: que un peso pesado de Tafí Viejo, por ejemplo, no lo es en La Cocha, donde quizás pase desapercibido. Siguiendo el razonamiento que se bosquejó aquella noche, en el Este se armarían al menos seis acoples y, en el Oeste, una decena. Además, claro está, de la lista oficial.
Algunos de los asistentes a esa reunión aseguran que la idea "prendió" entre los comensales, y que incluso a lo largo de la velada se destacaron las ventajas y las desventajas de optar por esa alquimia electoral para el interior y, eventualmente, de las subdivisiones. ¿Avanzarán con ese formato o repetirán el esquema de 2015, con acoples "pesados" por sección?