10 Diciembre 2018
PARIS, Francia.- Un total de 1.723 personas fueron arrestadas en Francia en el cuarto sábado de protestas del multifacético movimiento de los “chalecos amarillos”, que sacó a la calle a unos 136.000 manifestantes en París y las principales ciudades francesas.
Los actos de violencia fueron menos que los de la semana anterior, pero la situación aún “no es satisfactoria”, dijo el vocero del gobierno francés, Benjamin Griveaux. Los choques entre manifestantes y la policía provocaron graves destrozos y saqueos.
El balance realizado por la Prefectura de la policía francesa contabilizó que durante la jornada, sólo en París, hubo 1.082 detenciones y que resultaron heridas 96 personas, de ellas, 10 agentes de las fuerzas policiales.
En todo el país, el número de detenidos ascendió a 1.723 personas, de las cuales 1.220 quedaron bajo custodia en comisarías, precisaron fuentes del Miniserio.
La participación de los “chalecos amarillos” en las acciones que habían convocado por todo el país fue la misma que el primer día.
No todos los manifestantes están a favor de los disturbios provocados en los últimos días, aunque, admiten, parece la única vía para hacerse escuchar. El pasado 27 de noviembre, cientos de personas salieron a las calles de forma pacífica, “pero nadie nos escuchó”, le dijo una manifestante al diario español “ABC”.
“Pedimos más justicia social. Siempre pagamos los mismos. Nosotros, a diferencia de los ricos, no podemos llevar nuestro dinero a Luxemburgo”, denunció la mujer. Griveaux confirmó que el presidente, Emmanuel Macron, que no ha intervenido públicamente en toda la semana pese a la gravedad de la situación, hablaría al comienzo de esta semana, aunque no precisó en qué formato ni qué día.
El martes, el primer ministro francés, Edouard Philippe, anunció que el aumento de impuestos planeado, parte de las medidas para combatir el cambio climático, se pospondría seis meses (hasta mediados de 2019), con la esperanza de reducir las protestas que, por primera vez, se replicaron fuera de las fronteras francesas, en Bélgica y Holanda.
Los disturbios fueron de menor gravedad que los de la semana pasada en París, debido en gran parte al impresionante dispositivo de seguridad (8.000 agentes, apoyados incluso por blindados) y a una acción mucho más reactiva ante cualquier incidente. (Télam)
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