Personajes nacionales destacados fueron interventores federales en Tucumán. Por ejemplo, el ingeniero Federico Álvarez de Toledo. Lo designó el presidente Hipólito Yrigoyen, cuando intervino la provincia por decreto del 25 de noviembre de 1920. La medida desplazaba del gobierno a Juan Bautista Bascary. En sus considerandos, exponía la necesidad de dar “garantías suficientes para el libre ejercicio del sufragio en los próximos comicios”, haciéndose eco de “reclamaciones de legisladores, representaciones públicas y ciudadanos de Tucumán”.
Álvarez de Toledo asumió, el 8 de diciembre de 1920, esa misión que, por sus reiteradas ausencias, resultaría desempeñada casi siempre por el ministro Rafael Noceti. Buscaba reunificar la UCR tucumana y neutralizar al candidato “antipersonalista” Octaviano Vera. Con ese propósito, las elecciones de gobernador se fueron posponiendo. Pero los “veristas” no aceptaron la unificación que se logró con las otras fracciones. La Convención proclamó candidato a gobernador al doctor Alejandro Pérez y resolvió quitar a Vera el derecho a la denominación “Unión Cívica Radical” y los símbolos del partido.
El 16 de noviembre de 1921, se supo que Álvarez de Toledo había renunciado. Noceti quedó como interino, hasta el 10 de diciembre, en que asumió un nuevo interventor, el doctor Benito Nazar Anchorena. Había nacido Álvarez de Toledo en 1875: era ingeniero agrónomo e importante estanciero de Saladillo. Al asumir la presidencia en 1916, Yrigoyen lo designó ministro de Marina, y en 1919 embajador en Gran Bretaña. Desempeñaba ese cargo cuando fue nombrado interventor en Tucumán. Fue luego presidente del Banco de la Nación Argentina y posteriormente embajador en Francia, hasta 1930. Falleció en Buenos Aires el 13 de diciembre de 1939.