La gobernadora María Eugenia Vidal no usará en la provincia de Buenos Aires el nuevo reglamento que le permite a la Policía disparar sin dar la voz de alto, y se sumó así a la polémica abierta en Cambiemos tras la publicación de la iniciativa de la ministra Patricia Bullrich. Sin embargo, tomó distancia de las críticas de Elisa Carrió, que también se opone a la resolución, celebró la “democracia interna” dentro de la coalición gobernante, y aseguró que “ese disenso interno no debilita al presidente Mauricio Macri”.
Vidal se paró en la vereda del frente respecto de la embestida de “Lilita” en contra de Bullrich, que tildó de “fascistas” los anuncios, y justificó la no adopción del protocolo en su territorio. La mandataria bonaerense puntualizó que, “en el caso de la provincia de Buenos Aires, nosotros ya tenemos una ley, vigente desde 2006, que define claramente cómo debe actuar la Policía en el uso de armas de fuego, con una reglamentación bastante similar a lo que acaba de hacer la ministra de Seguridad de la Nación”.
De todos modos, la gobernadora resaltó el consenso general de Cambiemos en este tema: “la ministra Bullrich, el presidente (Mauricio Macri), el ministro (Cristian) Ritondo, yo coincidimos como equipo que tenemos que darle todas las herramientas a la Policía para hacer cumplir la ley”.
Sobre el distanciamiento de Carrió con el presidente Macri, Vidal le puso paños fríos a la polémica. “Carrió también tiene derecho a dar su opinión”, sostuvo. Agregó que ella le expresó a Macri cualquier disenso, inclusive cara a cara, porque “el Presidente es una persona muy accesible”.
La dejaron sola
Además de sus seguidores en la redes sociales, que le criticaron su posición y dichos, en Cambiemos no comparten el comportamiento de la líder de la Coalición Cívica. Así, el presidente de la Comisión de Legislación General, Daniel Lipovetzky, salió ayer a defender el protocolo que modifica el accionar de las fuerzas de Seguridad y cuestionó a Carrió, al reclamar que “este tipo de debates se dé puertas adentro antes que en una red social”.
“El protocolo no es muy diferente a lo que ya existe hace muchos años, que es la posibilidad de uso de arma de fuego en caso de que haya una situación de peligro inminente”, sostuvo el dirigente del PRO. Y agregó: “Yo quiero que la Policía me cuide, y para eso tiene que tener de alguna manera facultades para intervenir en casos excepcionales”.
En diálogo radiofónico, el legislador oficialista resaltó que no comparte las declaraciones de Lilita. “Es parte de una coalición gobernante en la que cada partido político tiene una visión que puede no ser la misma en algunos puntos”, dijo. Y concluyó: “hay que entenderlo desde el punto de vista de que es una mujer muy vehemente, y esa vehemencia la ha llevado a lograr cosas en la defensa de la República. No creo que ella piense que este Gobierno es fascista. Siempre uno prefiere que este tipo de debates se dé puertas adentro”.
En las redes
Carrió, que abrió una nueva grieta en Cambiemos esta semana con su rechazo al nuevo reglamento de uso de armas de fuego y con sus duras críticas a Bullrich, provocó la bronca de la Casa Rosada luego de cuestionar la medida en Twitter y de pegar un faltazo en la sesión extraordinaria del miércoles en la Cámara de Diputados.
Sin embargo, ahora, lejos de dar marcha atrás, redobló la apuesta. Lilita propone que el tema sea debatido en el Congreso “por las distintas fuerzas políticas que integran el gobierno, por “tratarse de una política de alta significación nacional”. Ella reclamó “analizar esta norma para transformarla en ley en el marco del Congreso Nacional, luego de un adecuado debate”.
La conmoción en Twitter comenzó con el mensaje que decía: “la reglamentación para fuerzas de Seguridad dictada por la ministro Bullrich viola los Derechos humanos fundamentales. Nosotros no vamos a ir al fascismo”. Los tuits fueron compartidos miles de veces, pero lo llamativo es que recibieron, además, miles de respuestas, en general de tono negativo, en contra de su postura.
“No me importa lo que opine el Presidente, sostengo lo mismo que decimos desde hace 25 años”, agregó la legisladora. Y en otro escribía: “a los que se enojan conmigo por mi posición en seguridad les digo, el día que maten a un hijo solo por tener pelo largo o ser morocho se van a acordar de mí”.
De los socios políticos
Por su parte, el secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, Claudio Avruj, sostuvo que la sociedad argentina “tiene que empezar a entender que seguridad y derechos humanos no son antagónicos sino complementarios”, al defender el protocolo de uso de armas de fuego para fuerzas federales adoptado por el Ministerio de Seguridad. “Estamos en medio de un cambio cultural y tenemos que entender que en absoluto, la nueva reglamentación implica un avance sobre los derechos humanos”, manifestó.
Mientras, el presidente de la Comisión de Reforma del Código Penal, el juez Mariano Borinsky, señaló que el protocolo de uso de armas de fuego para las fuerzas federales no contradice al digesto de normas penales y propuso que ambas normas se armonicen.
“Está bien el debate, debe aprobarse el protocolo y es coherente con lo que dice el nuevo Código, por eso deben ir en forma conjunta”, subrayó Borinsky.
El camarista de Casación Penal sostuvo, además, que “debe haber un peligro inminente de afectación de la vida en el momento en el que se produce el disparo de un miembro de las fuerzas de seguridad, la voz de alto y siempre tratando de evitar los medios más lesivos”.
“Cuanto más se especifique en el protocolo, mejor para todos los derechos constitucionales que están en juego”, sentenció. (Télam/Infobae/Clarín/La Nación/iProfesional)