Pereyra y López se instalaron con sus familias, que disfrutan en el sur tucumano

Pereyra y López se instalaron con sus familias, que disfrutan en el sur tucumano

Lejos o cerca, ellas juegan.

Pereyra y López se instalaron con sus familias, que disfrutan en el sur tucumano FOTO
29 Noviembre 2018

Llegó el momento de abandonar el hogar para Monteros Voley. Los primeros cinco partidos de la Liga de Voleibol Argentina (LVA) se jugaron en el gimnasio “Profesor José Nicolás Russo” del Polideportivo Municipal monterizo. Ahora los espera Santa Fe. Libertad, en San Jerónimo Norte (mañana, 21 horas), y Puerto General San Martín (domingo, 21), en la localidad del mismo nombre.

Nada es lo mismo lejos de casa. Ese séptimo jugador que, suele decirse, es la hinchada, no se sentirá. Y, en los casos de Federico Pereyra y Franco López, dos de los foráneos, sus familias, que sienten cómo el octavo jugador que los apoya, tampoco estarán. Pero ellas seguirán en modo “aliento” desde la distancia. “Su actitud siempre es la misma, sea un rival que considera más accesible o no”, contó Alejandra Castro, esposa del sanjuanino Pereyra. En cambio, Claudia Cámera, la compañera de López, percibe algún cambio según los rivales. “Cambia mucho, pero siempre está muy concentrado”, remarcó la dama de 26 años.

Tanto Alejandra y Claudia son claves para que los deportistas mantengan el equilibrio, jueguen o no en el sur tucumano. “Siempre me cuenta que antes de que me conociera y formara una familia, podía perder un partido y salía muy ofuscado, pero dice que ahora sabe que tiene que cambiar la cabeza para jugar bien el próximo partido y estar con su hijo”, comentó “Ale”. El opuesto ya no recurre a cábalas, sino al tándem esposa-hijo para sentirse mejor. Algo parecido le pasa a López. “Él dice que soy su cable a tierra, se tranquiliza. Pasa que, llega a casa, y como yo no entiendo mucho de voley, le hablo de otra cosa”, comentó “Clau”.

Las dos parecen haber desarrollado un sexto sentido por estar a la par de deportistas de alto rendimiento. El amor las llevó a adaptarse con gusto. “Es re diferente estar con un deportista profesional a cualquier otra relación que pueda haber tenido. Seguir el día a día es muy distinto, pero no lo cambiaría por nada”, reconoció Alejandra. “Es diferente porque siempre está viajando, nunca está en la casa ni en las fechas importantes. Cuando estaba con la selección, por ahí nos veíamos sólo tres veces al año”, reveló Claudia que ahora se siente muy a gusto en Monteros. Todo quedó en Machagai, el pueblo de Chaco donde la historia junto a López comenzó. “Monteros me encanta. Me recibió muy bien. Fue muy fácil dejar todo y venir. A mi familia, que viene siempre, también le encanta”, contó la chaqueña. “Yo me dedico a hacer viandas saludables y ya tengo mi carnicero, mi verdulero... todo. La gente es muy solidaria”, destacó Cámera. “Fue fácil para mí, no soy una persona que le cueste adaptarse”, reconoció Castro. Ni Pereyra ni López tendrán los rostros de ellas este fin de semana en las tribunas, pero sí jugarán sabiendo que, ganen o pierdan, el resultado cuando lleguen a Monteros será mucho mejor.

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