El mayor reto de la Real Academia de la Lengua (RAE) es enfrentarse a las redes sociales y a la escritura, a veces, extremadamente abreviada en el móvil. Por eso, los académicos han sacado el primer libro de estilo en el que hacen recomendaciones de puntuación hasta para los emoticones.
Por ejemplo, la RAE habilita en su flamante ‘Libro de estilo de la lengua española’, el uso de abreviaturas como “tqm” (”te quiero mucho) y sugiere escribir “yutubero” en vez de youtuber. También plantea que es mejor decir "memoria USB" o "lápiz de memoria" que pendrive. El glosario de este tipo de términos incluye como sugerencias escribir “guasap” en vez de WhatsApp, o “jáquer” en vez de “hacker”.
Los nuevos consensos de los lingüistas abarcan temas más controversiales, como el denominado lenguaje inclusivo, que es muy utilizado entre los colectivos feministas y los activistas que luchan por el respeto de las diversidades sexuales. En el primer capítulo de la publicación, la RAE mantiene su postura de rechazar el tipo de expresiones como "todxs", "todes" o "tod@s" por considerarlas "innecesarias". Se sostiene que las palabras en masculino "puede abarcar el femenino en ciertos contextos" y tampoco admite los duplicados, como "los argentinos y las argentinas".
Las nuevas tecnologías
El director honorario de la RAE, Víctor García de la Concha, anunció ayer en una conferencia de prensa que el manual está destinado al público en general y que su existencia se justifica en que las nuevas tecnologías "están cambiando el mundo y la escritura". Por eso en uno de los apartados del libro se analiza puntualmente todo lo vinculado con la comunicación digital; donde están incluidos los emoticones, el correo electrónico, las páginas web, los neologismos, el periodismo digital, las redes sociales y la mensajería instantánea.
En el punto "Cuestiones gramaticales", la RAE afirma que "el masculino, por ser el no marcado, puede abarcar el femenino en ciertos contextos. No hay razón para pensar que el género masculino excluya a las mujeres en tales situaciones".
García de la Concha mencionó la influencia de las universidades de Estados Unidos en referirse como género (gender) a lo que en español se denomina "sexo" y se define como "una condición orgánica que tiene poco que ver con el género", y rechaza ejemplos como "los españoles y las españolas". Quien dirigió la RAE entre 1998 y 2010 afirmó: "No hace falta forzar para duplicar, no hablamos así".
Signos de apertura
Otro punto que incluye el manual en relación con este tipo de comunicación es que se admite que no haya signos de apertura para las exclamaciones o interrogantes. Lo principal es que "quede claro dónde comienzan" esas interpelaciones. (La Nación - La Vanguardia - Infobae)