28 Noviembre 2018
Nueve integrantes de una familia dedicada a la venta de droga al narcomenudeo en Villa 9 de Julio fueron detenidos. Se trata de una organización liderada por el “Gitano” Fabián Mansilla, que tenía un pequeño salón de fiestas familiares en el barrio El Molino, que está pegado al barrio San Roque. Les secuestraron un kilo de marihuana, un cuarto kilo de cocaína, piedras de “alita”, 79.000 pesos, 3.800 dólares cargadores, celulares y 9 balanzas de precisión, entre otros objetos, así como una moto Honda robada la semana pasada, que estaba siendo desmantelada, de acuerdo al informe policial.
Según explicó el jefe de la Didrop (Dirección de Drogas Peligrosas), Jorge Nacusse, en esta organización familiar “todos tenían antecedentes de venta de drogas. Incluso el ‘Gitano’ había sido condenado en 2009 por tráfico de 15 kilos de marihuana”. Este grupo estaba afincado en el barrio que tiene de un lado la pared del cementerio del Norte y del otro lado la diagonal Chaco, con entrada por la calle San Salvador y salida por la calle Wilde. “Ahí viven 10 familias Mansilla y otras amigas. Vigilar esta organización llevó casi un año hasta encontrar las pruebas necesarias”. Unas de estas pruebas fueron las balanzas de precisión. “Si no se usan para pesar oro, ¿para qué quieren balanzas para pesar gramos?”, describió. El grupo tenía “soldaditos” para vender la droga en zonas de Villa 9 de Julio. El “Gitano” (44 años) fue detenido junto con su esposa, “La Tigra” (33), su hija Mariquita (23) y su yerno, “Bora” (24). También fueron detenidas personas identificadas como Cinthia (alias “Chuchu”, de 24 años), “La Monita” (38) y su cuñado “Tutuca”, quien tenía permiso de salida extramuros para trabajos diurnos, ya que desde 2012 estaba preso por un homicidio ocurrido en 2011. También fueron detenidas dos empleadas de la familia, descriptas como “Ojito de gato” (36) y Loreley (38), quienes les guardaban el material, según dijo el oficial. Se ordenó la captura de untal “Gordo Tres Tiros”. Causa fue instruida por el fiscal federal I, Carlos Brito, y el juez federal II, Fernando Poviña.
Amigos distanciados
Según el comisario Nacusse, una de las detenidas (“Chuchu) está en pareja con uno de los integrantes de la familia Ortiz, "que vive en el barrio San Roque y que era muy amiga de los Mansilla hasta hace un mes", cuando un crimen alteró a todo el vecindario. El 2 de octubre, Miguel Ortiz fue asesinado en calle Wilde al 600, a pocos metros de donde un hermano suyo, Luis, había sido muerto a balazos. El autor del crimen fue Agustín Toledo, pareja de la ex mujer de Luis. Toledo baleó a Miguel y cuando éste huía lo alcanzó y lo ejecutó de un balazo en el pecho, según el informe de hace un mes. Entonces, un grupo de vecinos atacó a balazos las casas de los parientes de Toledo. Dispararon e incendiaron tres viviendas. “Ellos son los transas del barrio. Por eso la gente los atacó de esa manera. No los soportan porque desde hace mucho tiempo están haciendo daño. No tuvimos nada que ver. Los Toledo son de la misma banda que el homicida de mi hermano Luis”, dijo entonces Gonzalo Ortiz a LA GACETA.
Una “cocina” tucumana
En otros dos operativos, la Policía Federal descubrió una “cocina” donde se preparaba droga para la venta, al cabo de allanamientos en Villa Amalia, San Cayetano y Barrio Policial, y luego de la detención de una mujer, el lunes, en la terminal de Río Hondo con 120 gramos de cocaína. La mujer había comprado el estupefaciente en Tucumán. Se detuvo a tres hombres y tres mujeres, quienes se encargaban de acopiar la droga, estirarla y venderla a las provincias y localidades vecinas. Se secuestró 5 kilos de marihuana (en seis ladrillos),150 gramos de cocaína, pastillas, una pistola 11.25 y dos revólveres calibre 32), 3.500 dólares y 5.700 pesos; una camioneta Renault Duster y un taxi con licencia de San Miguel de Tucumán. También se secuestraron líquidos químicos para estiramiento o elaboración de los estupefacientes; una prensadora y distintos tamaños de moldes rectangulares para armar los "panes" de droga. Todos quedaron detenidos en la División Antidrogas federal de Río Hondo, a disposición de la Justicia Federal de Santiago del Estero.
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