Cuando lo intangible es el valor agregado de la empresa

Cuando lo intangible es el valor agregado de la empresa

Según Manuel Sbdar, las compañías que quieren perdurar son aquellas que crear constantemente conocimiento para diferenciarse de la competencia. Cambió el modelo de negocio.

COMPETENCIA. Sbdar sugiere un pensamiento estratégico de la empresa. materiabiz COMPETENCIA. Sbdar sugiere un pensamiento estratégico de la empresa. materiabiz
25 Noviembre 2018

¿Cuáles serán las empresas que perdurarán en el tiempo? Según Manuel Sbdar, director de Materiabiz, Escuela de Negocios, la respuesta está en aquellas compañías que valoran más lo intangible, las que tengan la capacidad de crear conocimiento, las que valoren la reputación de su marca y las que se suban a la nueva concepción de la riqueza que no necesariamente pasa por la acumulación de dinero, sino en preservar lo intangible.

El mundo empresarial centró siempre su foco de atención en el patrimonio. Así, la riqueza se materializaba en infraestructura, bienes (de uso, de cambio, de pago), en los activos tangibles, permanentes y susceptibles de ser contabilizados, advierte Sbdar, que mañana, a las 19, brindará una conferencia abierta sobre “Tu PyME será diferente o no será”. La charla se realizará en el salón Abasto del Hilton Garden Inn, organizada por la Fundación del Tucumán.

Aunque el principio de la ecuación patrimonial reza que “todo lo que entra debe ser igual a todo lo que sale”, al patrimonio (o, mejor dicho, a sus propietarios) lo único que le interesa es su propio acrecentamiento, acota el experto.

El concepto de patrimonio es estático en sí mismo: responde a una idea de stock; de cuantificación concreta en un momento determinado, indica el conferencista que mañana presentará su libro .

A partir de esta visión, indica Sbdar, son muchos los elementos que quedan fuera del patrimonio de una empresa: la organización, las personas que la conforman, sus conocimientos, habilidades y experiencias, sus formas de trabajar, la reputación obtenida o la capacidad de desarrollar alianzas, entre otros. Entonces: ¿es atinado seguir pensando en las empresas como lo hicimos hasta ahora? ¿Es coherente seguir pensando en unidades patrimoniales que diseñan productos o servicios? ¿Es posible? “Me temo que no”, responde.

A su criterio, son múltiples las causas que desequIlibran el status de los Modelos de Negocios: desde factores tecnológicos hasta macroeconómicos, pasando por fenómenos climáticos, demográficos y culturales, entre otros. “La velocidad o la frecuencia con la que esas causas aparecen es cada vez mayor”, indica. Ahora bien, en un ejercicio puramente teórico: ¿qué ocurriría si llevásemos esa velocidad al extremo? “Imaginemos que cada seis meses, seis semanas o seis días ocurre un cambio (por ejemplo, tecnológico) que afecta a nuestra oferta. Imaginemos, también, que surge un competidor que trae al mercado un producto disruptivo y superador con respecto a todo lo que existe hasta hoy. Y que a los seis meses/semanas/días, aparece un segundo competidor que supera al primero; y así sucesivamente”, plantea.

¿Cuál sería la clave de supervivencia para aquella primera empresa? Sbdar dice que una empresa no vale por lo que es, sino por lo que es capaz de ser. A la vez: una empresa no perdura por lo que tiene, sino por lo que es capaz de tener. Por eso mismo sugerimos una idea complementaria de riqueza: la capacidad de generar ofertas diferenciales a partir de un conjunto de elementos, no reconocidos por la contabilidad tradicional, sintetizados bajo la potencia creadora de las Palancas de: Personas, Procesos, Activos (intangibles) y Socios.

Diferencial o muerte: el concepto de la perdurabilidad

Diferencial o muerte: esa es la base de un sistema que construye la riqueza de las propuestas de valor de una compañía a partir de la diferenciación constante. “Bajo esta perspectiva, dejamos de hablar de una empresa con recursos para empezar a entender los recursos como la propia empresa; la empresa en sí misma”, indica Manuel Sbdar. La noción de Perdurabilidad -entendida como la capacidad de reinvención constante- genera el marco conceptual que necesitamos para comprender esta idea diferente de riqueza. “No pensamos en que perdure una oferta, un producto o un servicio; esperamos que perdure un sistema; una forma de fabricar diferenciales. Una fábrica construida con materiales de habilidades, experiencias y conocimientos”, puntualiza.

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