Inseguridad: “antes apuntaban para robar, ahora disparan”
En la Policía y en la Justicia alertaron sobre una modalidad delictiva que ha generado numerosos heridos de armas de fuego esta semana. Tras 10 allanamientos, desbarataron una banda que se dedicaba al robo de motos. Una mujer, detenida por posible colaboración.
La Justicia y la Policía concretaron el jueves una serie de allanamientos como parte de una investigación por robos de motocicletas. En total, se concretaron más de 10 procedimientos y una mujer, de 43 años, fue aprehendida por posible cooperación con los autores de los hechos delictivos: sería la madre de uno de los sospechosos.
A partir de los operativos, se logró desbaratar a una banda que se habría dedicado a la sustracción de motovehículos en la vía pública. Ayer, dos personas habían sido identificadas (estarían vinculadas a otras causas) y eran buscadas en distintos barrios de la capital, como San Cayetano.
Los allanamientos se llevaron adelante en distintas viviendas de los barrios Diego de Villarroel y Alejandro Heredia. Los policías, al entrar a las viviendas, se encontraron con cuadros de motos cortados, que tenían pedidos de secuestro desde julio y septiembre y julio por robos en Lastenia y en la jurisdicción de la seccional 1ª. Las motopartes estaban organizadas en bolsas de colores. Estaban a punto de ser retiradas de los lugares, de acuerdo a las fuentes de la investigación.
Además, secuestraron tres armas de fuego tipo “tumberas”, cartuchos y tres “Posnet” (terminales electrónicas de pago que utilizan los comercios).
Según datos oficiales, en uno de los domicilios, ubicado en Próspero Palazzo y García Hamilton, se aprehendió a cinco personas (cuatro mayores y un menor de edad) tras un enfrentamiento con los efectivos de la fuerza de seguridad. Los desconocidos habrían arrojado piedras para impedir uno de los operativos. La Fiscalía de Instrucción Especializada en Robos y Hurtos de la Iª Nominación, a cargo de Diego López Ávila, estuvo a cargo de los procedimientos.
Disparar para robar
Los dos robos que dieron origen a los allanamientos se habían registrado el martes pasado. “Los mismos autores habrían cometido estos ilícitos por la mañana”, remarcó Vicente Valles, jefe de la seccional 4ª.
Las dos víctimas realizaron la denuncia en esa dependencia policial, situada en Diagonal Eugenio Méndez al 300. En particular, una de las personas afectadas recibió un disparo, aunque pudo evitar que le quitaran el rodado, según el reporte policial.
La utilización de armas de fuego en los robos, explicaron en la Policía y en la Justicia, ha llevado a generar más hechos teñidos de sangre en diferentes puntos de la capital y el Gran San Miguel. “Se incrementó mucho esta situación. En diferentes jurisdicciones ha aumentado la cantidad de heridos de arma de fuego en situación de robo. Los delincuentes disparan con frecuencia a los pies”, alertó Valles.
El fiscal López Ávila también elevó la advertencia por ese escenario de inseguridad. “Hemos registrado muchos hechos marcados por esa modalidad: disparan de manera directa. Ya no amenazan y le exigen que al damnificado que baje de la moto”, añadió.
En esa línea, el funcionario judicial caracterizó estas formas de cometer los ilícitos. El disparo que se hace a quemarropa se suma a otros métodos conocidos, como los inhibidores o los “rompevidrios”. También se presentó otro modo: a la salida de un local bailable, desconocidos golpean con una piedra u otro objeto la cabeza de una persona, le sustraen las pertenencias y dinero, y se llevan la motocicletas, conforme a lo que explicaron los investigadores.