En Barcelona se preparan para vivir una gran fiesta por la final

En Barcelona se preparan para vivir una gran fiesta por la final

Los hinchas se preparan para ver un encuentro sin antecedentes.

REUTERS REUTERS
23 Noviembre 2018

BUENOS AIRES.- Los más de 10.000 kilómetros de distancia que separan Barcelona del estadio Monumental desaparecen ante la pasión desmedida de los hinchas de las peñas de Boca y River, quienes ya se preparan para hacer llegar su aliento como si estuvieran en la cancha. “Me doy manija todo el día, escucho las canciones de River cuando voy caminando por la calle. Parezco un loco”, dice Marcos Augusto Campos, integrante de la Peña de River en la ciudad condal.

En la vereda de enfrente, Elías Sánchez, vicepresidente de la Peña “Pasión Xeneize”, no puede más de los nervios: “me siento igual o peor que si estuviera en Argentina. Es el partido del siglo”.

La comunidad de argentinos de Cataluña es una de las más grandes en el exterior, con 80.000 residentes. Por eso, no es nada extraño que al dejar el país atrás, los argentinos de Barcelona encuentran fácilmente contención en su “familia futbolística”. “Acá es sencillo sentirte acompañado. Llegué hace un año y me encontré con unos locos, gente con la que podés compartir la pasión por River, y que te agradece y te da un abrazo cuando estás haciendo unos choris en la previa de un partido”, explica Marcos, un salteño de 34 años. “Ahora estamos todos movilizados por la final. Tenemos reservado un bar en la zona del parque del Fórum, porque vamos a ganar y será una fiesta”, vaticinó.

La Peña de Boca, por su parte, convocó a los “Xeneizes” a reunirse en la Plaza Cataluña. “Primero haremos un asado, luego el banderazo y después nos vamos a ver todos juntos el partido. No faltarán los bombos, te lo aseguro”, remarca Elías, que confía en el triunfo.

Los hinchas de River siguen los mismos pasos. “Hacemos de cuenta que vamos a ir a la cancha: comemos un asado, empezamos a calentar el ambiente y luego estamos listos para subirnos a la tribuna”, bromea Marcos. (Télam)

Comentarios