22 Noviembre 2018
Raúl Reynaga había sido vinculado a la investigación por el homicidio de Juan Manuel Figueroa, en mayo de 2014. Desde ese momento, el hombre ha salido a aclarar cómo fue su conexión con el caso para poder “limpiar su nombre”, teniendo en cuenta los efectos del proceso judicial.
Tras la captura de Mario Esteban Acosta, quien había estado prófugo cuatro años por la misma muerte, el caso volvió a sonar en estos días en el ámbito legal. Eso llevó a Reynaga, a la vez, a disipar cualquier posible asociación con la causa.
“En 2014 me presenté de manera voluntaria a declarar y quedé en absoluta libertad. Tengo constancia de sobreseimiento”, dijo con énfasis. El hombre reconoció que conocía a Acosta y al hijo, Mario Nahuel, aunque expresó: “jamás quedé aprehendido ni detenido”.
Reynaga negó haber tenido participación en el hecho. “Me presenté y declaré que no tenía nada que ver con eso, que no estuve en el lugar”, insistió.
El 1 de mayo de 2014, celebración del Día del Trabajador, se había registrado un enfrentamiento entre los integrantes de las familias Figueroa y Acosta. Según el reporte policial, la pelea tenía de raíz una larga disputa entre los grupos y que por la muerte habían sido detenidos Nahuel Acosta y Reynaga.
Mario Acosta, en cambio, desapareció de Tucumán, tras la muerte de Figueroa. Por eso, la Policía llevó adelante allanamientos en casas de familiares y amigos.
Reynaga relató que ese día inhábil había trabajado hasta las 16 y después habría dormido la siesta. “Luego, me llamaron porque mi sobrino se había accidentado. Salí de casa entre las 18 y 19 y me trasladé hasta el hospital de Niños. Allí me quedé hasta la medianoche”, contó. “Esta situación volvió a afectar a mi familia. Mi hija ya había sufrido por esto. A mí me dicen ‘Cordobés’ y no a Acosta”, aclaró.
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